Revista Cultura y Ocio

Los colores de una vida gris

Publicado el 09 julio 2014 por María A. Ayuso @MariaysuMundo
Sorprendida, así me he quedado tras leer ‘Los colores de una vida gris’, la primera novela (aunque no el primer libro) de Pilar Muñoz Álamo. Gracias a la lectura conjunta que organizó Laky desde Libros que hay que leer, he podido degustar esta historia que, como he dicho antes, sorprende y no deja indiferente. 
Los colores de una vida gris
‘Los colores de una vida gris’ arranca cuando Olga, decide encontrar al padre de su hija Paula. Así, sin más dilación y sin paños calientes, la autora nos lleva (vía flashback) al comienzo de los años noventa, a una elitista urbanización madrileña donde las mujeres de un grupo de ricos sin escrúpulos (al menos de algunos de ellos) deciden participar en un peligroso juego que tendrá unas consecuencias irreparables.
Olga, será empujada a un futuro incierto y en el que estará sola con una niña casi recién nacida. Sin recursos, sin trabajo y sin saber qué hacer, termina en un barrio madrileño del que nunca había oído hablar y, por supuesto, ni se imaginaba que iba a pisar nunca. Poco a poco, y a pesar de su recelo inicial (e incluso su asco), se irá adaptando a las nuevas circunstancias que le ha impuesto la vida por su mala cabeza…
Cuando empecé a leer ‘Los colores de una vida gris’, no sabía al tipo de libro al que me enfrentaba. Sabía que las protagonistas eran un grupo de mujeres que hacían algo así como un pacto, aunque desconocía el contenido de tal pacto. Cuando comencé a adentrarme en la historia y según pasaban los capítulos, la novela me iba recordando a ‘Las viudas de los jueves’, un gran libro de la argentina Claudia Piñeiro que me gustó bastante. Al final esta novela poco se parece a la mencionada, pero sí que tiene un trasfondo común que me llama la atención: un grupo de personas que viven alejadas completamente de la realidad que las rodea y esto, es un punto que me choca, pero que me ha gustado porque realmente creo que existen personas así.
A decir verdad, no he empatizado con ninguno de los personajes principales, es decir, ni con Olga, ni con sus ricas y repelentes amigas. Ana y las mujeres del barrio de Moratalaz son con las que más me he identificado por su origen humilde y la raza trabajadora a la que pertenecen. Y fundamentalmente, aquí reside (bajo mi gusto) lo mejor de esta novela ya que la autora nos muestra dos mundos totalmente opuestos a tan sólo unos kilómetros de distancia.
‘Los colores de una vida gris’ es, sobre todo, una novela de aprendizaje, de amistad y de nuevas oportunidades, porque de los errores cometidos, también se aprende.
Si algo tiene en común con ‘Ellas también viven’ (relatos), diría que son las mujeres: amantes, amigas y madres. Y esto también es algo que me ha gustado en la novela de Pilar, que vuelve a explorar, de la mejor manera posible, el universo femenino dando voz a unas protagonistas totalmente opuestas pero complementarias para el desarrollo en sí de la novela.
Otro factor interesante y por el que merece la pena leer esta novela es el contexto y periodo social en el que se desarrolla. Como he comentado antes, la trama comienza a principios de los años noventa: la casi recién estrenada democracia, los JJOO de Barcelona 92, la crisis económica, cambios de gobierno… Es mérito de la autora ir hilvanando con maestría una serie de acontecimientos que al fin y al cabo, forman parte de nuestra Historia como país. Me ha parecido un elemento novedoso que, como lectora, me ha gustado.
Si leísteis mi reseña de ‘Ellas también viven’, recordaréis que alabé (y mucho) el estilo de Pilar. En su nueva obra vuelvo a sentir lo bien que escribe esta autora, lo elegante que es siempre, insinuando sin llegar a enseñar todo, algo realmente difícil. Me gusta el ritmo que va tomando la novela: poco a poco, sin prisa pero sin pausa, en cada capítulo pasa algo o hay una frase, una escena, que nos hace seguir leyendo, interesándonos por lo que va a pasar. Y sí, es una novela de sentimientos (si se puede decir así) pero también hay intriga, tensión y un secreto inconfesable que presidirá en cada capítulo.
‘Los colores de una vida gris’ me ha parecido una buena novela. Tiene un argumento con peso, unos protagonistas que son capaces de crear sensaciones (positivas o negativas) en el lector, y está, bajo mi punto de vista, bien escrita. Un buen libro para disfrutar en verano o en cualquier época del año.


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