Las personas, especialmente las mujeres, que leen las etiquetas de los alimentos mientras hacen sus compras de comestibles son más delgadas que las que no lo hacen, según un nuevo estudio. Las mujeres que revisaron las etiquetas nutricionales pesaba cerca de 5 kilos menos que las que no lo hicieron.
El equipo internacional de científicos analizó más de 25 mil observaciones sobre la salud, la alimentación y los hábitos de compras de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de Estados Unidos.
Entre los datos recopilados hubo información sobre la lectura de la información nutricional en los supermercados, si la gente lo hizo y con qué frecuencia. Primero analizaron quien leía la etiqueta nutricional en la compra de alimentos y luego pasaron a la relación con su peso.
Las etiquetas de nutrición dicen a los consumidores la cantidad de calorías contenidas en una porción de alimento, así como los niveles de sodio, grasas, azúcares, proteínas, fibra dietética y vitaminas y minerales esenciales.
El estudio encontró grandes diferencias entre las personas que leen las etiquetas de los alimentos y los que no lo hicieron. Los fumadores, señalaron, prestaron poca atención a la información nutricional de los alimentos. “Su estilo de vida implica hábitos menos saludables y, en consecuencia, podría darse el caso de que no se encuentran tan preocupados por el contenido nutricional de los alimentos que consumen, de acuerdo a nuestros resultados”, sugirieron los investigadores.
Las personas que viven en las ciudades eran las más cuidadosas con la lectura de las etiquetas de los alimentos. Las personas con estudios de secundaria y educación universitaria también prestaron más atención a las etiquetas nutricionales. El 58 por ciento de los hombres se tomó el tiempo de leer las etiquetas, en comparación con el 74 por ciento de las mujeres. Las mujeres blancas que vivían en las ciudades de lee las etiquetas de los alimentos con mayor frecuencia, según el estudio.
En general, el impacto asociado es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Por término medio, las mujeres que leen la información nutricional tienen un índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal basada en la altura y peso) de 1,48 puntos menos, mientras que esta diferencia es sólo 0,12 puntos en los hombres.
“Sabemos que esta información se puede utilizar como un mecanismo para prevenir la obesidad”, manifestaron los científicos. “Hemos visto que los que leen las etiquetas de los alimentos son los que viven en las zonas urbanas, las personas con educación superior…”, añadieron. Por ello sugieren que las campañas y las políticas públicas se puedan diseñar para promover el uso del etiquetado nutricional en los menús de los restaurantes y otros establecimientos públicos para el beneficio de los que suelen comer fuera.
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