Este pasado fin de semana
el Partido Comunista de España celebró su XX Congreso, imagino que federal,
porque estos de nacional tienen poco. Sí, todavía el Partido Comunista está
vigente y hay gente que sigue sus postulados. Algo que no puedo comprender…
Porque no hay nada más retrógrado que ser comunista a estas alturas de la película, con lo que eso conlleva. Porque defender una ideología como la comunista conlleva justificar a dictadores, justificar a grupos terroristas y justificar genocidios; porque todo eso se ha realizado (y se realiza) al amparo de la ideología comunista. Y hay gente que lo defiende, y que canta ‘la Internacional’.
Estos días se han
cumplido 39 años desde la legalización del Partido Comunista en España. Y el
día de la legalización los comunistas españoles se presentaron ante la sociedad
junto a la bandera española, la rojigualda, la enseña de todos los españoles. Algo
a lo que en la actualidad han renunciado, porque ahora su bandera es la
tricolor, la de la II República. ¿Eso quiere para España el Partido Comunista?,
¿retrotraernos a la España de los años 30? Porque imagino que eso era lo que
tienen en la mente muchos de los que el pasado fin de semana levantaban el puño
en Vallecas.
Y es que a lo mejor es lo
que quieren, porque ya que entre sus objetivos está sacarnos de la Unión
Europea y del Euro, a lo mejor, ya de paso también aprovecharían si pudieran
para volver a instaurar las checas y para adornar la Puerta de Alcalá con
alabanzas a la Unión Soviética.
Y es que así son los
comunistas españoles, unas personas que no ven más allá de sus narices y que
viven del pasado, de una ideología que ha demostrado su fracaso y peligrosidad
pública.
