Revista Cultura y Ocio
"Las características de la inteligencia que suelen calificarse de analíticas son en sí mismas poco susceptibles de análisis. Sólo las apreciamos a través de resultados. Entre otras cosas sabemos que, para aquel que las posee en alto grado, son fuentes del más vivo goce. Así como el hombre robusto se complace en su destreza física y se deleita con aquellos ejercicios que reclaman la acción de sus músculos, así el analista halla su placer en esa actividad del espíritu que consiste en desenredar. Goza incluso con las ocupaciones más triviales, siempre que pongan en juego su talento."
Las novelas de detectives están de moda, o eso dicen. En realidad las novelas de detectives estuvieron de moda desde su aparición, la búsqueda de culpables por parte del lector siempre ha sido un pasatiempo celebrado por estos últimos. Y así han salido nombres que todos conocemos y recordamos. Por eso hoy he decidido buscar el origen de este tipo de novelas, y por eso hoy traigo a mi estantería virtual este libro. Hoy traigo, Los crímenes de la calle Morgue.
Dos mujeres son asesinadas en un apartamento en París con una violencia inusitada. Cuando la policía se pone a investigarlo, pronto se encuentra en un callejón sin salida, así que la investigación termina por caer en manos de un detective aficionado, C. Auguste Dupin.
Esta vez traigo un relato publicado por primera vez en el año 1.841 en el que aparece por primera vez el concepto de enigma en una habitación cerrada, aparentemente irresoluble precisamente por ese entorno. Está además basado en un caso real, aunque con muchas libertades, y su famoso detective, inspirador de grandes nombres como Sherlock Holmes, toma rasgos del famoso policía Vidocq. Con todo ello y junto a un narrador sin nombre y compañero de Dupin, desarrolla una historia en la que, para resolver los asesinatos presentados, hay que utilizar la inteligencia, la lógica y la capacidad deductiva.
Es curioso como tendemos a encasillar a los autores de esas terribles etiquetas que se ponen a sus libros. Poe, conocido como uno de los maestros del terror, nos creó a Dupin y lo desarrollo en una serie de historias de corte detectivesco que no están en absoluto concebidas para dar miedo. En este caso se trata de una historia corta con una atmósfera asfixiante a ratos y escrita con la destreza a la que nos tiene acostumbrados a los que somos incondicionales suyos. Eso hace que, pese a estar perfectamente hilada y desarrollar el misterio para llegar a una perfecta resolución, se nos haga extremadamente corto. Y acudamos a por el resto de las historias de Dupin.
Un clásico de las novelas de detectives, imprescindible tanto para los aficionados al género como para aquellos que siguen al autor. Bueno, en realidad imprescindible para cualquiera que se haya acercado en algún momento a una novela de detectives. Y ya sabéis, no os dejéis llevar por el nombre del autor, aquí no se trata de un asesino monstruoso que aterroriza una ciudad haciéndonos sufrir, sino de una mente brillante que analiza todo cuanto le rodea para buscar la solución a un enrevesado enigma.
Y a vosotros, ¿os gustan las novelas de detectives?
Gracias