Revista Cultura y Ocio
"Nadie se atreve a llamarme por la mañana. Los que creen que me conocen piensan que duermo la mona. Los que realmente me conocen saben que trabajo por la mañana y que odio ser molestado mientras escribo. No es que estuviera escribiendo cuando sonó el teléfono; bien que estaba sentado a mi escritorio,con el ordenador en marcha y una taza de café humeante al lado, pero mi mente divagaba por otro sitio."
Ya he comentado que parece un tema de moda incluir a escritores y librerías en las tramas de los libros.Por eso hoy y aprovechando una reedición recupero una novela negra cuyo protagonista es un escritor. Hoy traigo a mi estantería virtual, Los crímenes de un escritor imperfecto.
Conocemos a Frank Fons, un escritor de novela negra con un estilo directo,calificado incluso de sádico, que ha gozado de un gran éxito entre la población. A medida que publicaba,los crímenes de sus libros eran más explícitos y ahora ahora reina una gran expectación por el lanzamiento de su siguiente novela. Sin embargo,tiene un fan que no está de acuerdo con la fama de Frank. Es más, piensa que siempre comete errores a la hora de relatar los crímenes,y está dispuesto a demostrárselo de la forma más cruel. En su entorno.Y de una forma muy efectiva: matando.
Hoy traigo una novela negra en toda regla. Un escritor ve como sus asesinatos ficticios se convierten en reales mientras le van involucrando, creando un cerco que se estrecha a su alrededor provocándole terribles sospechas. Unos asesinatos que él describía con todo lujo de detalles y que son reproducidos a la perfección. Unas escenas que bien podrían poner los pelos de punta al lector más sensible, eso tengo que decirlo.Si el protagonista es directo, Mikkel no se queda atrás y somos capaces de ver cada escena como si de una película se tratase. La trama está muy bien urdida y nos vamos angustiando tanto como su protagonista en la búsqueda de este asesino obsesionado con él. Un asesino que tiene decidido como rematar su obra, cual será su éxito final que terminará por bajar los humos al autor... Y allí estaremos en una carrera continua en la que no parece una buena idea invitar a la policía.
El libro está contado en primera persona por su protagonista, por lo que conseguimos engancharnos a la historia desde el primer momento. No busca una acción trepidante sino ir apretando poco a poco al lector, al igual que hace con Frank, hasta ver en qué punto estallamos. Y tengo que decir que conmigo casi lo consigue. El último capítulo es brutal, he buscado otra palabra para definirlo pero no la he encontrado. Cuesta mirar, porque llegados a este punto ya no leemos, miramos, pero es imposible no hacerlo. Y seguimos leyendo mientras aguantamos la respiración buscando que por fin llegue el final.
Hoy traigo una historia que no es apta para todos los públicos. Tened cuidado al cerrarlo: gotea sudor y sangre.
Y vosotros, qué me decís; ¿os gusta esta moda de escribir libros sobre libros o escritores o librerías o bibliotecas...?
Gracias