Revista Libros

Los crímenes de Vilafont. Magüi Cabral

Publicado el 21 marzo 2012 por Matilda @Matildalibros


   Bueno, pues ya estamos de vueltatambién por estos lares y hoy venimos con una de esas novelas que nopodemos encontrar en librerías pero que su escritora ha idodesvelando en un blog sin ningún problema. Esto es algo que, bajo mipunto de vista, la honra, escribe, de verdad, para llegar a los demásy no le da miedo poner su obra al alcance de quien quiera leerla.
   Conocí a Magüi Cabral en lapresentación que hizo Regina Román en Sevilla de su libro Delsuelo al cielo, ¿os acordáis?y me pareció una persona tremendamente risueña. Cuando supe queescribía me imaginé que sus obras serían divertidas y alegres comoella pero... bueno, luego me di cuenta de que Magüi, la rubia de labici, se guardaba un as en la manga. Y es que su narrativasorprende, engancha y estremece al mismo tiempo. No me esperaba loque me encontré y debo decir que eso también me gustó.
   En Los crímenes de Vilafontnos vamos a encontrar con el típico pueblo pequeño, alejado de lascapitales, con su cura de toda la vida, su bar de la plaza, susucursal de banco, su frutería... y en medio de toda esta aparente ysofocante calma, la figura de una chica rubia, joven, guapa, con unosojos tremendos a la que nunca nada le salió como esperaba.
Los crímenes de Vilafont. Magüi Cabral.
   Por supuesto, tendremos una muerte ycreeremos que queremos saber quién es el asesino pero, a medida quevayamos leyendo casi nos irá dando igual, es más, en el fondosabremos lo que ha pasado pero estaremos tan metidos en la vida dealgunos personajes de la historia que eso pasará a un segundo plano.
   No sabría decir qué es lo que másme ha sorprendido de esta novela. Pensé que me iba a encontrar unrelato policiaco y en cuanto empecé a leer me di cuenta de que, enrealidad, el crimen no era más que una excusa para contarnos muchasmás cosas. De la mano de Rebeca, la chica rubia vamos a conocer, nosolo su historia sino también la de otros vecinos del pueblo y nosdaremos cuenta de que, en la mayoría de los casos, arrastran vidastristes y atribuladas, secretos bastante oscuros y sentimientosasfixiantes. Desde el primer momento sabemos que nadie es lo queparece y que para saber más hay que seguir desgranando páginas.
   Pero es no es difícil, la autoraconsigue que, casi desde el minuto uno estés totalmente sumergido enVilafont y su ambiente opresivo y de este modo, no puede dejar deleer para saber más. Nos sumergimos en la historia desde el primermomento y realmente sentimos lo que siente Rebeca y paseamos con ellala plaza, la casa de la abuela... Sentimos su asco, su miedo, susinseguridades... Y por otro lado, sentimos un profundo rechazo haciaalgunos personajes antes incluso de saber que son unos desgraciados,simpatía por otros que apenas aparecen tímidamente. Por algunarazón, nada nos deja indiferentes y las sensaciones afloran de unamanera tremendamente real.
   Lo cierto es que yo no me encariñéni me sentí del todo identificada con los protagonistas pero tal vezeso sea bueno, a veces, los hechos son tan brutales que convieneestar un poco distante, creo que es una de las cosas llamativas dellibro.
Los crímenes de Vilafont. Magüi Cabral.
   En general es una novela que me hagustado, está bastante bien escrita, sus personajes,independientemente de cómo nos caigan, tienen algo que decirnos yla trama se desarrolla de manera envolvente y consigue atraparnos.Además, se lee muy bien, no se hace pesado, es ágil y sabemos quedetrás de cada página hay algo nuevo que descubrir.
   Seguramente Magüi irá evolucionando en su papel de escritora e irá conociéndose y creciendo, como todos los que se atreven a coger la pluma pero, demomento, lo que yo he leído habla muy bien de ella y os recomiendoque os asoméis a alguno de sus textos (este lo podemos encontraractualmente en Amazón). Son diferentes y valientes y retratan a laperfección lo que nos quiere contar.
   Yo, no puedo más que agradecerle laconfianza y el hecho de que, al enviarme sus escritos, me hicierapasar algunos ratos enroscada en el sofá sin poder soltar mi nook, totalmente sumergida en Vilafont y sus alrededores.


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