Los crímenes del Museo del Prado

Y aquí tenemos una historia de lo más curiosa. Los crímenes del Museo del Prado es una novela escrita por Tomás García Yebra, que nos introduce en el mundo del periodismo sensacionalista, donde el poder de la información lo es todo. El escenario principal de la trama, como bien dice el título, es el Museo del Prado y más concretamente, una exposición temporal que reúne numerosas obras de Velazquez. Nuestros protagonistas son Mariano Larra (sí, el famoso escritor español pero en la época actual), un joven y excéntrico escritor, enfadado con el mundano mundo y Fran Kapa (sí, como el famoso fotógrafo), un fotógrafo freelance que vive con un amigo (Luisito Padilla) en una buhardilla en el centro de Madrid, amante de las mujeres y de las mujeres. Ambos trabajan para la revista Todos Encantados, cuyo jefe (no me acuerdo del nombre) será también personaje importante en la historia. Además de estos dos personajes, tenemos a una chica danesa, a otro cultureta amigo de Mariano, al jefe de la revista y como no, a Velazquez. Pues bien, Mariano y Kapa reciben tienen que hacer un reportaje sobre la exposición de Velazquez, pero tienen que darle un aire atractivo, diferente, que sea un pelotazo. Pues bien, todo se tuerce y se hace la mar de misterioso, cuando un turista japonés en plena luna de miel es asesinado en el museo. Nadie ve al asesino, lo único cierto, es que el japonés de dentadura saliente está más muerto que la mojama. A partir de aquí se sucederán más asesinatos y nada será lo que parece.
Es una novela con mucho humor, es diferente, el propio narrador es otro personaje más, hay muchos elementos como las divagaciones de Larra, el mundo de los cuadros (obras, falsificaciones, historia vital del cuadro, los que copian los cuadros, la venta de cuadros..etc), el mundo del periodismo sensacionalista (el conseguir la foto en el momento adecuado, tener una exclusiva..etc), la cultura y cómo la vive la gente o las relaciones dispares entre hombres y mujeres. Eso, como poco. Todo con gran mordacidad y humor irreverente, pero sin renunciar temas más complejos y profundos.
Recomiendo esta lectura, sobretodo, a los amantes del arte. A mí me ha gustado mucho.
·“La culpa de que los matrimonios fracasen- pensaba- la tiene la comunicación: hay demasiada”.Levantó la vista y observó el árbol en que estaba apoyado el fotógrafo. “Ha vivido decenas de años y ahí continúa, sin inmutarse. Ya pudo cobijas besos o navajazos, cañonazos o pronunciamientos, que ha seguido creciendo y engordando, imperturbable”.
“Una experiencia excitante es escalar el Aconcagua. Otra, acostarse con la mujer de tu mejor amigo. Si, además, ese amigo es el que te acompañó al Aconcagua, la excitación aumenta”.