Buenos días desde Academia Cruellas, en Fraga. Hoy vamos a analizar esta minoría de cristianos en un país de mayoría musulmana. El cristianismo llegó a Egipto con la conquista romana de Egipto, pero si que es cierto que penetró desde mediados del siglo I d.C. Con la conquista árabe en el año 639 llegó la islamización y arabización de Egipto, de tal forma que en el siglo X la población musulmana era mayoría. Algunos egipcios abrazaron el islam voluntariamente y otros lo hicieron para evitar impuestos, además de otra parte de la población que adoptó esta vía para acceder a la igualdad social y política con los musulmanes. Dado que la Administración empleaba el árabe, obligó a la élite costa a aprender árabe u enseñarlo a sus hijos.
En el siglo XII el patriarca Gabriel estableció que la iglesia empleara el árabe en los sermones, los costos laicos también pasaron a hablar esta lengua. Bajo el dominio musulmán, los costos se convirtieron en dimmies (pertenecientes a una minoría no musulmana) y se les negó el acceso al servicio militar y a los altos cargos políticos, además de ser obligados a pagar un impuesto de capitación a cambio de su protección durante siglos. Sólo en el siglo XIX cambió su condición y los costos se convirtieron en ciudadanos de pleno derecho. El decreto de Hamayun en 1856 modificó la legislación sobre el estatuto personal de los costos, les permitió el ingreso en las fuerzas armadas, eliminó el impuesto jizya y prometió libertad de religión, la igualdad en el empleo y la eliminación de aspectos y símbolos discriminatorios, aunque la edificación de iglesias fue objeto de desacuerdo.
La era liberal egipcia de 1919 a 1952 constituyó el momento más álgido de la presencia de costos en la vida pública y la ciudadanía. Las élites cortas y musulmanas desarrollaron un estilo avanzado de vida y gustos de forma casi idéntica, de inspiración ilustrada francesa y progresista inglesa. Hubo costos que ocuparon altos cargos políticos, a través del Wafd, el partido de la independencia.
Las cosas comenzaron a cambiar desde la revolución de Nasser en 1952. Al ser bastante más ricos que los musulmanes, los cristianos costos salieron perdiendo en mayor medida que estos últimos a consecuencia de la política de nacionalizaciones de Nasser. Tras la disolución de los partidos políticos, su presencia en la política y el Parlamento disminuyó drásticamente. Así comenzó la primera oleada de emigración costa a Canadá, Estados Unidos y Australia en los años 60 y 70 del siglo pasado.
Los enfrentamientos entre cristianos costos y musulmanes han sido constantes en el siglo XX. El primero fue en la época colonial británica. Gran Bretaña aplicó la estrategia de divide y vencerás para separar a los costos del movimiento de carácter nacional. Alentados por el apoyo británico, grupos de costos adoptaron una postura sectaria contra los musulmanes. También es verdad que la mayoría de los costos parecía desaprobar la “singularidad costa” ya que no aspiraban a ser una minoría sino a convertirse en ciudadanos. Esto se cumplió hasta los años 60 de la etapa de Nasser.
La presidencia de Anuar el-Sadat en 1971 marcó un punto de inflexión en las relaciones entre musulmanes y costos. Sadat quería sacar a Egipto del sistema nasserista asociado al socialismo, el populismo y el nacionalismo: deseaba una apertura a Occidente, el capital extranjero y al capitalismo. Para debilitar a los nasseristas y comunistas, Sadat dio vía libre al movimiento islamista en auge. Optó por la sharías como fuente principal de derecho y la institución Al Azhar pidió la aprobación de leyes para aplicar los hodood, códigos penales islámicos, al objeto de emplazar a los cristianos bajo las leyes islámicas. En 1978, en las ciudades del Alto Egipto de Menya y Asiut fueron atacados sacerdotes e incendiadas iglesias mientras las autoridades reiteraban su amenaza de aplicar las leyes sobre la apostase en un intento de silenciar a la iglesia. Coincidiendo con violentos enfrentamientos entre costos y musulmanes en junio de 1981, el régimen detuvo a 22 sacerdotes y obispos y depuso al patriarca Shenuda en el marco de una operación de represión de la disidencia interna tras el acuerdo de paz de Sadat con Israel y su nueva política de apertura económica.
Su sucesor el presidente Mubarak, corrigió las relaciones con la comunidad cristiana y la iglesia, pero no pudo detener el enfrentamiento entre facciones y grupos