Revista Cultura y Ocio
Los cuatro hermanos Aymon llevan, en su castillo de las Ardenas, una vida sana y feliz, pero incompleta. Les falta un elemento que la culmine: que el emperador Carlomagno acceda a nombrarlos caballeros, tal y como sus merecimientos y su estirpe solicitan. El problema es que parece casi de todo punto imposible que tal ceremonia se celebre, pues un tío de los chicos mató por accidente a un sobrino del emperador; y la rencorosa animadversión de éste hacia la familia no se ha extinguido. Pero la cordura se acaba imponiendo y los chicos son convocados a presencia de Carlomagno, quien se aviene a nombrarlos caballeros.Desgraciadamente, no todo el mundo se muestra conforme con el hecho de que unos “palurdos” sean ensalzados con tal honor y los muchachos son provocados hasta que explotan y cometen un nuevo crimen. Desde ese punto, la venganza del emperador ya no admitirá objeciones; y se inicia la atroz persecución de los cuatro hermanos, que huyen y combaten con honrosa nobleza.Basándose en la conocida historia medieval de los cuatro hijos de Aymon (que aparece en los cantares de gesta desde el siglo XII y que incorpora elementos tan célebres como el caballo Bayard o el encantador Maugis) el belga Herman Closson construye aquí un drama magnífico en el que el amor, el honor y unos acertados puntos de lirismo (sobre todo, al final de la pieza) consiguen mantener la atención del lector y su aplauso constante.