Revista Cine

Los Cuatro Fantásticos de Lee&Kirby;: A través del Universo

Publicado el 04 junio 2013 por Juancarbar

Este tomo gordo continúa la publicación de la etapa de Lee&Kirby en Los Cuatro Fantásticos, uno de los títulos fundacionales del Universo Marvel. Es más flojo que el anterior. Esto se debe al lógico desgaste (en este tomo estamos por encima de los 60 nº) y a un ralajamiento del tándem autoral. A finales de los 60 Lee empezaba a tener muchas responsabilidades editoriales de modo que su participación en los guiones fue disminuyendo. No se nota en el desarrollo de las historias pero sí en la sequía creativa, en lo que más contrasta este tomo gordo con el anterior es en los pocos personajes y elementos nuevos presentados por él aunque tenemos a gente importante como Annihilus, en el reciclaje, en la mayor simplicidad de los argumentos y en que la incoherencia empieza a aparecer. Por ejemplo en el nº 79 EE.UU. Ben se lleva los guanteletes de El Mago a una cena con Alicia porque está nervioso y en el lugar de la cita se pega con un androide de El Pensador Loco que ha ido allí porque su programación le impelía seguir la señal emitida por los susodichos. ¿? Este tipo de inconsistencias se debe, más que a la energía de Kirby, al sistema de trabajo, el dibujante enviaba las páginas según las hacia por lo que a medida que progresaba el episodio iba olvidando detalles al no poder consultar o repasar lo precedente, Lee tenía menos tiempo para supervisar y en Marvel no se podía corregir o retocar tanto como antes porque había más trabajo. Así, el resultado es un tomo gordo irregular donde se siguen combinando a la perfección el melodrama con la aventura, el costumbrismo con la Ciencia Ficción y lo romántico con la acción, la fórmula Marvel perdida, que son el secreto de que un trabajo viejuno para niños siga teniendo encanto, atractivo e interés. También el dinamismo de la serie, el constante cambio y evolución del grupo contribuyen a las excelencias de esta etapa. Esto precisamente es lo más importante de este tomo gordo. Los 4F apenas han evolucionado, sólo Sue, la Chica Invisible, se puede considerar que lo ha hecho y ha sido por la sociedad no por el trabajo autoral, pero el grupo sí sobre todo porque la pareja Richards ha progresado (¿algo que ver con el matrimonio de Lee?). Si en el anterior tomo se casaron y por ello el grupo se hizo más familia, en este el matrimonio tiene descendencia, lo que amplía más lo familiar provocando el mayor cambio que hasta entonces había sufrido los 4F, nuevos miembros: el primer hijo de la pareja, Franklin (personaje creado hace casi 50 años pero que en la ficción no pasa de los 10), y la inhumana Crystal, novia por entonces de la Antorcha que sustituye a Sue debido a la maternidad de esta, cosa que la hace en este tomo gordo más invisible que nunca. Con ello Lee&Kirby demostraban que uno de sus secretos era que no tenían vacas sagradas. Eran otros tiempos, se trataba de crear no de fosilizar.

Los Cuatro Fantásticos de Lee&Kirby;: A través del Universo

El inicio del tomo pertenece todavía a la fase creativa de la etapa de Lee&Kirby en Los Cuatro Fantásticos pues el comienzo presenta a los kree (Centinelas, Inteligencia Suprema, Ronan) y a Él, posteriormente conocido como Warlock, un personaje que abandonaron pero que sirvió de base a Starlin para hacer de él uno de los secundarios más importantes del Universo Marvel y también uno de sus personajes más complejos, en un díptico que está tanto entre lo mejor de este tomo gordo como entre lo mejor que yo he leído de esta etapa. Esta parte termina a lo grande pues lo hace con el anual 5 donde se presenta a Psicoman y el Microverso. Una historia de lo más convencional resuelta con oficio (donde, no obstante, se revela una noticia transcendental para el UM) que sobresale por la genialidad que es el supervillano Psicoman (Aunque Psicoman es el amo de las emociones … Es ajeno a la emoción de la … compasión! Olé tus huevos Lee). Me encanta su diseño (aunque sus piernas son muy flojas) pero sobre todo su máquina de psico-rayos de Duda, Odio y Miedo, que recuerdan a los 3 aires de la música céltica mítica: el de la tristeza, el del amor y el del sueño (si no he recordado mal). Lo completa una sencilla pero magnífica historia de Estela. En ella Kirby hace uno de sus mejores trabajos porque Estela y Quasimodo nacieron para ser dibujados por él (este último me encanta y es una pena que este olvidado, aunque nadie es capaz de dibujarlo como Kirby, así que tal vez estén bien las cosas así), mientras que Lee se marca un cuentecillo moral donde mete todas sus obsesiones (la fealdad, la incompresión, la intolerancia, la soledad…) y da rienda suelta a su prosa melodramática (La culpa no era mía! Cumplía el propósito de mi creación! No sabía hacer otra cosa!) de modo que canaliza brillantemente el tremendo contraste físico y moral que hay entre los 2 protagonistas. Después le sigue una parte bastante floja aunque bien sostenida por Kirby de modo sobran los 2 nº de Daredevil que le han metido al tomo porque son malos, DD y Doom no pegan ni con cola, si bien unos episodios dibujados por el gran G. Colan a color (que hace a su estilo menos líquido) no hacen daño a nadie. Se han incluido a pesar de que no sale ningún Fantástico en ellos porque culminan en un crossover entre esa cole y la de los 4F, pero lo cierto es que no son necesarios para entender el susodicho así que, dado que son una birria, una pelea entre Thor, Spiderman y DD y los miembros masculinos de los 4F sin sentido, sobran y afean el tomo. La calidad de este vuelve a subir con la vuelta de Galactus (con lo que reaparece Estela Plateada y podemos constatar que Kirby es el que mejor lo ha dibujado ya que con él tiene el aspecto de un ídolo primitivo) para volver a bajar inmediatamente después a tal mediocridad que de la última parte sólo es reseñable la ya referida integración de Crystal en los 4F. Elemento novedoso y refrescante que deja con ganas de más a pesar del poco interés de las últimas historias. Por lo que es otra prueba más del talento de los creadores del Universo Marvel.

La edición de Panini es bastante buena y ajustada de precio pero tiene los insufribles textos de Fonseca. Bobalicones, superficiales y demasiado generacionales, lo de siempre, ya va siendo hora de sustituirle por alguien más serio y profesional. Otro pero, quizás no achacable a toda la tirada, es que algunas páginas del anual 6 no se leen bien porque las letras de los bocadillos están desenfocadas, supongo que por la diferente calidad entre ellos y el material gráfico enviado por Marvel. Un tomo de más de 30€ y una edición con vocación de ser definitiva tiene que ser impecable. Así que si piensan adquirirlo revísenlo bien.

Así pues, estamos ante otra recopilación de grapas Marvel histórica, aunque esta vez su calidad no es pareja a su importancia para Marvel en concreto y para los superhéroes en general. Tanto los guiones de Lee como sus tendencias folletinescas se hacen pesadas cuando la simplicidad de la historia no es neutralizada por la imaginación, de modo que un Kirby desatado, este tomo contiene más splash pages que el anterior, con su gran experiencia y creatividad y ese estilo singular síntesis entre lo industrial, lo naïf y las vanguardias del siglo XX que hace a sus páginas algo especial, no puede compensar el bajón en la parte escrita de la serie. Sin embargo, este no impide que los episodios de este tomo gordo tengan más encanto e interés que muchos de los que se han publicado después de esta cole o de otras. Lee&Kirby todavía chisporroteaban en esta parte de Los Cuatro Fantásticos.


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