Unos 65 cubanos fueron interceptados en las aguas del estrecho de la Florida y cerca de Puerto Rico desde el 12 de enero, de acuerdo con información de la Guardia Costera a la que tuvo acceso The Associated Press. Al menos 27 fueron repatriados.
Los intentos de llegar en botes a Estados Unidos se producen después que el expresidente Barack Obama pusiera fin a la llamada política de “pies secos, pies mojados” que permitía a los cubanos que arribaban a territorio estadounidense ingresar de manera legal y obtener casi de inmediato ciertos beneficios a los que no podían acceder otros inmigrantes, como permiso de trabajo y licencia de conducir. Los que eran interceptados en el agua, en cambio, eran devueltos a la isla.
No fue posible obtener información sobre las detenciones de cubanos en el mar durante el mismo período de 2016, pero la Guardia Costera dijo que desde octubre unos 1.950 cubanos fueron interceptados.
En el año fiscal comprendido entre octubre de 2015 y septiembre de 2016 cerca de 7.400 los cubanos intentaron emigrar a Estados Unidos lanzándose al mar en embarcaciones precarias.
Aunque las cifras son marcadamente menores, algunos cubanos aún emprenden la travesía marítima.
“Algunos lo hacen porque hay una resistencia natural a creer que el cambio es realmente efectivo, tienen dudas de que el cambio de política sea realmente cierto y quieren probar si es cierto o no”, expresó a AP Sebastián Arcos, vicedirector del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida. “Otros simplemente están arriesgándose a vivir en Estados Unidos ilegalmente“.
El fin de la política de “pies secos, pies mojados”, vigente durante décadas, colocó a los cubanos que arriban a Estados Unidos en la misma situación que el resto de los emigrantes de otros países, quienes para ingresar de manera legal necesitan una visa o solicitar asilo político.
“Ahora la única manera de quedarse es decir que tienen miedo de regresar a su país. Es un trámite extra porque antes no tenían que decir nada”, explicó a AP la abogada de inmigración Karla Lammers. “Si no pasan la entrevista de miedo creíble, los mandan de vuelta” a Cuba, indicó.
Además de los que intentaron el ingreso por la vía marítima, otros lo hicieron a través de la frontera terrestre o de aeropuertos.
Unos 52 cubanos fueron detenidos en diferentes puertos de ingreso a Estados Unidos entre el 12 de enero y mediados de marzo, de acuerdo con el servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, conocido como CBP por su nombre en inglés. Desde octubre, la cifra asciende a 589.
El fin de la política de “pies secos, pies mojados” fue parte de una serie de medidas anunciadas por Obama desde 2014 para normalizar las relaciones con Cuba.
Como parte del acuerdo migratorio anunciado por el expresidente una semana antes de dejar el poder, Cuba se comprometió a aceptar a los cubanos con órdenes de deportación que lleven en Estados Unidos menos de cuatro años. Anteriormente durante décadas solo había recibido a un puñado.
Entre octubre de 2012 y comienzos de marzo de 2017, 253 cubanos fueron deportados, de acuerdo con información de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE, por su nombre en inglés). La cifra de 2017 no incluye a los repatriados por la Guardia Costera.
La Guardia Costera está intentando que los cubanos piensen más antes de emprender la travesía marítima.
“Están arriesgando sus vidas y tienen pocas posibilidades de ser exitosos”, dijo el capitán Aldante Vinciguerra.
Pero algunos expertos vaticinan que los cubanos seguirán arriesgándose a llegar por mar. La razón por la que continúan emigrando es “la situación en Cuba, la represión económica y política”, dijo Arcos.
Con información de AP.
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