Los deberes para el último día

El Málaga le da vida al Atleti en su lucha por la cuarta plaza

Ya nos temíamos una mala actuación arbitral. El Atleti jugó con doce, al igual que ya lo hiciera el Barcelona en la jornada anterior. Pero eso no justifica la mala segunda parte que hizo el equipo de Pellegrini, emborronando el brillante primer tiempo.
La clave no fue otra que la pérdida de la posesión del balón. Se decía que el Atlético sufre cuando es el encargado de llevar la manija de los partidos, pero lo mismo le ocurre al Málaga cuando la pierde. En el intercambio de papeles, el equipo andaluz acabó por desorientarse. Los nervios atenazaron a los futbolistas, especialmente la defensa y Kameni. Dos goles por parte de Koke y Adrián remontaban el gol (uno de los mejores del campeonato) que hizo Eliseu, al más puro estilo Roberto Carlos.
El gol del empate del Atlético fue el primer acto de presencia que hizo el colegiado, Muñiz Fernández. El Málaga pidió un cambio en un córner a favor del Atlético. El árbitro lo autorizó y, en medio del cambio dejó que se sacara el córner. El gol llega desde la frontal, precisamente donde debía estar Rondón, que estaba saliendo por Van Nistelrooy.
A pesar del mal juego realizado, el Málaga empató el partido en el descuento. Sin embargo, ese gol quedaría anulado de manera injusta. Es tal la tónica a seguir por los árbitros con el Málaga que yo, particularmente y desde hace un tiempo, cada vez que el equipo hace un gol siempre trato de buscar al colegiado para ver si señala al centro del campo o nos lo anula.
Si el presidente del Granada dice que el Zaragoza tiene que ganar todos los partidos sí o sí. Parece claro que el Atlético debe jugar Liga de Campeones, sea como sea.
La próxima jornada, Málaga y Atleti se enfrentarán a dos equipos con obligación de ganar para salvarse, Sporting y Villarreal. El caso que se vivirá en La Rosaleda será especialmente doloroso, ya que es prácticamente imposible que Málaga y Sporting cumplan a la vez sus respectivos objetivos de Champions y salvación. Para que ello ocurriera, se tendría que dar la carambola de que perdieran Zaragoza y Rayo, vencieran los asturianos en Málaga y no ganaran ni Atleti ni Levante. Si se logra la cuarta plaza venciendo al Sporting, nos quedará el amargor de ver descender a un equipo hermanado y con el cual volvimos de la mano a la máxima categoría.