Revista Opinión

Los demonios más peligrosos, según la tradición católica

Publicado el 02 noviembre 2019 por Carlosgu82

La Biblia y la tradición católica denominan a los demonios como “ángeles caídos que pecaron”, Ángeles que se rebelaron contra Dios.

El primer ángel que se convirtió en demonio, quien antes de convertirse en el príncipe del inframundo fue un hermoso arcángel llamado Luzbel o Lucifer (“portador de luz”) el cual, debido a su orgullo y junto a un tercio de las legiones angélicas que habían decidido seguirlo, fue precipitado para siempre a los infiernos

“en ese momento empezó una batalla en el Cielo: Miguel y sus Ángeles combatieron contra el monstruo. El monstruo se defendía apoyado por sus ángeles, pero no pudieron resistir, y ya no hubo lugar para ellos en el Cielo. Echaron, pues, al enorme monstruo, a la serpiente antigua, al diablo o satanás, como lo llaman, al seductor del mundo entero, lo echaron a la tierra y a sus ángeles con él”

Apocalipsis (12, 7-10)

El nombre de Lucifer significa el portador de luz y es erróneamente adjudicado a Satánás. Esto se debe a un pasaje en el libro de Isaías, donde el profeta menciona a Lucifer como un ángel caído y el hijo de la mañana. Isaías estaba aludiendo al Rey Nabucodonosor en esta descripción, según autoridades rabínicas. El nombre en realidad se refiere a la estrella del amanecer o del atardecer, lo que lo relaciona con Venus. En el Cristianismo, Lucifer y Satánás son la misma entidad, debido a la identificación hecha por algunos de los padres de la iglesia, como San Jerónimo. En el Luciferismo se le adora a Lucifer considerándolo el ángel de la luz, que debe liberar al hombre de la servidumbre del Creador. Ha de distinguirse del Satánismo, más vulgar y a menudo inmundo.

Según escribiera el mismísimo Anton Szandor LaVey, conocido como el Papa Negro, autoproclamado sacerdote de la Iglesia de Satán, y autor de la Biblia Satánica, «los teólogos han catalogado algunos de los nombres de diablos en sus listas de demonios, pero la lista siguiente contiene los nombres más efectivamente utilizados en rituales satánicos». Aquí presentamos dicha lista, que enumera a los demonios más peligrosos:

  • Asmodeus: también conocido como Asmodeo, es un demonio del canon católico, nombrado también en el Talmud y distintos tratados de demonología. Está directamente asociado a los excesos carnales, la sensualidad y la lujuria, especialmente con lo relacionado a estados orgiásticos.   
  • Astaroth: célebremente conocido como el «gran duque del Infierno», su casta comparte estatus con la primera jerarquía demoníaca, que involucra a los poderosos Belcebú y Lucifer. Es un demonio seductor, que persuade principalmente por medio de la pereza, la vanidad y las filosofías racionalistas.
  • Azazel: es líder de aquellos ángeles caídos que fornicaron con mujeres mortales y dieron a luz una raza de gigantes, conocida como Nephilim. Enseñó a los hombres cómo fabricar armas de guerra y a las mujeres el ocultismo y el uso de cosméticos.
  • Balaam: es un personaje bíblico y profeta de la religión de Mesopotamia. En su concepción hebrea, es un demonio directamente relacionado con la avaricia y la codicia, de alto poder y maldad ejemplar.
  • Behemot: también conocido como Bégimo, este demonio de origen hebreo y características metamórficas, es sumamente poderoso y capaz de adoptar la forma de una bestia, como un elefante monstruoso, aunque muchos lo relacionan con un hipopótamo.
  • Beelzebub: más conocido como Belcebú, su nombre deriva etimológicamente de «Ba’al Zvuv», que significa «El Señor de las Moscas». Es nada menos que el Príncipe de los demonios, según la tradición cristiana, y adopta múltiples nombres, dependiendo de las diferentes manifestaciones de su maldad.
  • Bilis: es un antiquísimo demonio, constantemente al acecho de las almas de aquellos hombres que practican una sexualidad libre. También es representación del elemento Tierra y se complementa con la tríada Satanás, Lucifer y Leviatán.
  • Cimeries: también conocido con el nombre de Cimejes, este demonio es un marqués del infierno, descripto como un guerrero enorme, montado a un caballo negro y escoltado por 20 legiones demoníacas. Es además el gobernante de todos los espíritus africanos.
  • Damballa: esta deidad demoníaca y primitiva, deriva de los orígenes del vudú africano. Se mueve lenta y sigilosamente, pero es capaz de realizar movimientos repentinos y extremadamente veloces. Se especula con que la palabra «zombi» deriva de la palabra «nzambi», referida a este demonio.
  • Mormo: es un demonio derivado de un espíritu de la antigua cultura griega, que castigaba a los niños malos. Además, era consorte de Hécate, la diosa griega del inframundo y la brujería.

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