Los diarios de Raqqa
“Algunos países hacen algo peor que quedarse de brazos cruzados. Han ayudado al régimen a asesinar a su propio pueblo. Y continúan haciéndolo mientras miles de familias viven a la intemperie sin nada con qué protegerse de la lluvia, el sol y las bombas.”
Fragmento de Los diarios de Raqqa: Escapar del Estado Islámico de SamerAhora que asistimos con cierta alegría y esperanza a lo que podría ser el inicio del fin de Dáesh, conviene no bajar la guardia ante este peligroso grupo. Tampoco el desconocimiento y el olvido deben abrirse paso en nuestras mentes occidentalizadas, tan acostumbradas a ello. Aunque de dispares culturas, todos somos seres humanos y cuesta no ver paralelismos en lo sufrido por la población civil de países como Siria, con lo vivido por otras muchas personas durante la Segunda Guerra Mundial en Europa.
El pasado mes de septiembre, la editorial Kailas tuvo el gran y oportuno acierto de publicar el libro Los diarios de Raqqa: Escapar del Estado Islámico. Un valiente activista sirio de veinticuatro años llamado Samer (pseudónimo escogido para proteger su identidad y la de sus seres queridos), corrió el riesgo de llevar un diario en el que escribió todas sus vivencias y pensamientos mientras estuvo viviendo en Raqqa bajo el yugo de ISIS. Raqqa fue tomada en 2013 por Dáesh y hasta el pasado mes de octubre no fue liberada por las Fuerzas Democráticas Sirias, un grupo integrado en su mayoría por kurdos.
Samer nació en Siria, un país bajo el régimen dictatorial impuesto por la familia al Asad, que dura ya más de cuarenta años. Los sueños de los sirios han sido siempre los de cualquier pueblo: una vida digna y próspera para sus hijos y para ellos mismos. Con la primavera árabe, los ciudadanos de Siria vieron más cerca el fin de los al Asad o al menos la consecución de más derechos y mayor libertad. Todo se truncó con la aparición de ISIS.
Samer nos cuenta como fue para él levantarse una mañana y descubrir que su realidad había cambiado para siempre. Los combatientes de Dáesh quisieron presentarse entre las gentes de Raqqa como quienes les traerían la paz y la libertad, y lo único que trajeron con ellos fueron mayor corrupción y barbarie.
Samer nos relata el deterioro que sufre la sociedad siria en Raqqa, la enorme pobreza, las atroces ejecuciones, el estado de terror constante en el que viven, donde cualquier acción o comentario absurdo puede ser tu sentencia de muerte. Samer abre sus sentimientos al lector y comparte con nosotros sus propias tragedias personales, sus anhelos, sus sueños rotos y su lucha por no sucumbir a la desesperación y al agotamiento. Samer corrió muchos riesgos personales porque la verdad de cuanto acontecía, hasta hace poco en su amada Raqqa, llegara a oídos del resto del mundo. Viviendo en un Gran Hermano del terror, Samer y otros como él arriesgaron su vida para sortear las férreas medidas de control, aislamiento y castigo impuestas por Dáesh y permitir que la información recopilada por ellos en secreto llegara hasta nosotros.
Samer soñaba con ser arquitecto, ya había iniciado sus estudios en la universidad donde conoció el amor y la pérdida. Antes de Dáesh sabía que su título universitario sería papel mojado y que sería muy difícil que en la Siria de al Asad pudiera llevar una vida próspera, pero sus padres querían que a pesar de todo estudiara y fuera alguien. ISIS terminó de arrebatarle la poca esperanza que le quedaba, y el mundo siguió girando como si nada. Las bombas rusas se convirtieron para él en otra cruda parte de su realidad, un modo de “liberarlos” con más muertes y mayores masacres.
El relato de Samer es desgarrador, breve incluso, a veces, parco, pero demoledor. Su historia personal, desde la llegada de la terrible Dáesh hasta el día en que Samer ya no puede seguir con sus actividades en Raqqa y trata de escapar, trasmite a los lectores que sólo les queda a los sirios la esperanza de un milagro ya que la comunidad internacional no moverá un dedo.
Leyendo Los diarios de Raqqa: Escapar del Estado Islámico pensé que espero que jamás nos suceda nada ni remotamente parecido en el futuro. Como los intereses del mundo vayan en nuestra contra, nada ni nadie hará nada, estaremos solos como Samer y otros muchos cuya existencia ignoramos.
Los diarios de Raqqa: Escapar del Estado Islámico de Samer es una historia muy necesaria, muy absorbente y que me ha impactado muchísimo. Uno oye cosas en televisión, pero no es lo mismo a que te lo cuenten de primera mano.
Además, el libro cuenta con las coloristas y efectistas ilustraciones de Scott Coello que acompañan las palabras de Samer con heladora sincronía. Su portada, como podéis ver, es muy sencilla, dado que no hay mucho más que añadir. El título lo dice todo.
Es una obra muy recomendable, porque es necesario conocer el resto de realidades que coexisten con la nuestra. Es responsabilidad de todos no mirar hacia otro lado.
Este domingo se hablará en nuestra televisión de Raqqa, creo que es una buena oportunidad para saber más de lo que la ciudad ha vivido desde que Samer ya no está para contarlo.
Desde aquí, ¡mil gracias a Kailas Editorial por el ejemplar del libro y por traer a nuestro país una historia tan necesaria! Ojalá Samer y otras muchas personas de todo el globo como él, logren algún día, por fin, la paz y la libertad con la que tanto sueñan y a la que todos deberíamos tener derecho. Y ojalá también que quienes impiden a otros vivir e incluso se creen con derecho a sesgar sus vidas, desaparezcan pronto y para siempre. Título: Los diarios de Raqqa: Escapar del Estado IslámicoAutor: SamerGénero: No ficción Editorial: Kailas EditorialFormato: Papel y DigitalPáginas: 112Precio: 15,11 € (Papel) ISBN: 978-84-16523-97-9
Argumento: Desde que el Estado Islámico ocupara Raqqa, al este de Siria, la ciudad se ha convertido en una de las más aisladas y peligrosas del planeta.La venta de televisores está prohibida, vestir pantalones más cortos de lo establecido es un delito sancionable y el uso del teléfono móvil se considera un crimen imperdonable.No se le permite la entrada a ningún periodista y hablar con un medio de comunicación occidental conlleva la pena de muerte por decapitación.A pesar de todo esto, tras varios meses de conversaciones arriesgadas y, a menudo, interrumpidas, la BBC pudo contactar con un pequeño grupo de activistas, Al-Sharqiya 24. Finalmente, demostrando gran valentía, uno de sus miembros aceptó escribir un diario personal sobre sus vivencias.Tras haber visto a amigos y familiares masacrados, la vida de su comunidad destrozada y la economía local arruinada por los extremistas alimentados por el odio, Samer contraataca de la única manera que puede hacerlo: contándole al mundo lo que ocurre en su amada ciudad.Esta es la historia de Samer.COMPRAR