Revista Medio Ambiente

Los días felices de unos cachorros de lobo

Por Davidalvarez
Los días felices de unos cachorros de loboSubadulto de lobo junto a un cachorro de dos meses
Hace un par de horas que ha amanecido y el sol ya da de pleno en la escarpada garganta de una sierra del Cantábrico. Empieza a hacer calor y agotados después de haber comido y jugado entre ellos, ha llegado la hora de la siesta. Junto a ellos, un subadulto, que quizás sea uno de sus hermanos mayores nacidos el año pasado, duerme a su lado. La pareja dominante, después de una noche de caza seguramente esté cerca.
Hace unos meses tuve la suerte de vivir uno de los momentos más emocionantes de mi vida. Al oscurecer nos acercamos al lugar donde un amigo mio había localizado una camada de lobos. A pesar de que los días anteriores había estado completamente despejado, ese día la niebla se había encajado en la garganta donde había encontrado a los cachorros y no se veía absolutamente nada. Ya que habíamos llegado hasta allí decidimos quedarnos por si cambiaba la suerte y despejaba. Cuando llevábamos una hora esperando cambio el viento y se abrió un claro y al enfocar el telescopio pudimos ver la pata de uno de los cachorros y poco después los oímos aullar, probablemente pensando que sus padres estaban cerca.
A las 5 de la mañana del día siguiente, volvimos a subir al monte y cuando llegamos al lugar donde teníamos pensado hacer la espera, comprobamos que la suerte no nos había dado la espalda. La niebla se había quedado en el fondo del valle y la garganta aparecía completamente despejada. No tardamos en encontrar a los cachorros, eran cinco, que tenían unos dos meses de edad y que con el estómago lleno después de haber comido, jugaban entre ellos persiguiéndose y saltando entre los arbustos.
Estuvimos viéndolos durante casi una hora, hasta que el sol empezó a calentar y ya cansados se escondieron entre la vegetación para dormir una siesta. Aquí os dejo un vídeo en lo que menos importa es la calidad de la imagen. No llevaba el equipo de fotografía y tuve que hacer un apaño apoyando la cámara equipada con un objetivo de 40 mm directamente sobre el ocular del telescopio. En la segunda parte del vídeo hay unas imágenes de unos días después tomadas con otra cámara en las que se puede ver a los cinco cachorros jugando en el mismo sitio.

Eran días felices para los cachorros, sólo debían preocuparse de comer y jugar, pero aunque ellos no lo supieran ya están sentenciados a muerte desde el día en que nacieron. Sus padres si lo sabían y por eso habían escogido para criar una garganta profunda y casi inaccesible. Pero para llegar a alimentar a la camada debían pasar por zonas muy peligrosas, donde si eran vistos tendrían los días contados.
Los lobos no sólo han de preocuparse por las escopetas de los ganaderos, los furtivos y los cazadores, que si se los cruzan durante una batida de jabalí seguramente no duden en dispararles. Tampoco están libres de morir envenenados, ya que la lacra del veneno nunca ha abandonado nuestros montes e incluso algunos ganaderos amenazan a la propia administración con usarlos si no atienden a sus peticiones de incrementar las batidas (sorprendentemente el fiscal aun no ha presentado una denuncia por incitación al uso de venenos).
Lo cierto es que tanto estos cachorros como el resto de la manada seguramente morirán tiroteados por algún guarda de la administración, que cumpliendo las ordenes directas de los responsables de Medio Ambiente del Principado de Asturias, los buscarán sin descanso hasta acabar con ellos. No deja de resultar curioso que aquellos que teóricamente deberían cuidar y defender el Medio Ambiente se hayan convertido en los verdugos de una de las especies más impresionantes de nuestra fauna.
En una de sus decisiones más absurdas y criticadas, los políticos asturianos han declarado parte de nuestra geografía como "zonas libres de lobos", como si los lobos o cualquier otro animal entendiera de fronteras y líneas en un mapa. Pero por si esto fuera poco, estos cánidos tampoco están seguros fuera de esas zonas, los lobos también son asesinados en el resto de Asturias, incluso dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Por razones obvias he preferido no dar ninguna pista sobre el lugar donde he tomado estas imágenes y asimismo y aunque los vídeos han sido grabados hace varios meses he esperado hasta ahora para colgarlo, cuando los adultos han sacado a los cachorros ya crecidos de la garganta y los han llevado a otro sitio "más seguro".

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