Una de las preocupaciones más frecuentes de los papás en lo que se refiere al crecimiento de sus hijos se encuentra en los percentiles. Se piensa que lo ideal es que se encuentre en la media o por encima, teniendo esto como objetivo, pero esto no es así.
¿Qué significan los percentiles?
Los percentiles son una medida estadística. Si vemos la gráfica, es como si vieramos 100 niños de la misma edad en fila, ordenándolos en función del peso y la talla, desde el más bajito o delgadito hasta el más alto o gordito. El 1 sería el más delgado o bajo, y el 100 el más alto y rellenito. Por ejemplo, si un niño se encuentra en el percentil 30 de talla, esto significa que 30 niños serán más bajos que él, y 70 más altos.
Se trata de una descripción de la población, y en ningún momento estamos hablando de normalidad o no. No indican el estado de salud del niño. Estas tablas están elaboradas a partir de niños todos ellos SANOS, por lo que tanto los que se encuentran en el percentil 3 como el 97, son niños sanos. Cada uno es como es (y tiene los genes que tiene).
Así mismo, el percentil puntual de un niño, como dato aislado, no tienen demasiado valor. Lo importante es ver la evolución global del niño a lo largo del tiempo, que ayudará al pediatra a tomar decisiones.
¿Cuando debemos preocuparnos?
Como en todo, tenemos que establecer una frontera, y poner un punto de corte para saber en qué momento debemos preocuparnos. Así, niños que se encuentran por debajo del percentil 3 o del percentil 97, deben ponernos sobrealerta. Pero ¡ojo!, esto sigue sin significar que haya ningún problema, pero en este caso el pediatra deberá realizar un estudio. Debemos recordar que un 3% por debajo del percentil 3 y otro 3% por encima del 97, son niños normales sin ninguna patología. Por ejemplo, si un niño se encuentra en un percentil 3 de talla, pero tanto su padre como su madre son bajos y crece a buen ritmo, lo más probable es que nos encontremos con una talla baja familiar en un niño por lo demás totalmente sano.
Errores en la interpretación
Muchos padres con niños que se encuentran debajo de la media se encuentran preocupados. No por ello debemos pensar que su hijo está enfermo o hacer modificaciones en su alimentación. Estadísticamente, la mitad de los niños se encontrarán por debajo de la media. El percentil 50 no es el percentil ideal, sólo refleja que la mitad de los niños pesan o miden más y la otra mitad menos.
Por otro lado los percentiles no son caminitos que el niño debe recorrer obligatoriamente. Un niño perfectamente sano puede recorrer varios carriles a lo largo de su edad pediátrica. Por ejemplo, un niño que nace con bajo peso, o con crecimiento intrauterino retardado, puede cruzar varios carriles hasta alcanzar el percentil que le corresponde.
Pero también una caída llamativa y progresiva en percentiles puede ponernos sobrealerta. Si un bebé hasta ahora sano, que estaba en un percentil 75, sufre una caída progresiva hasta el percentil 15 coincidiendo con la introducción del gluten, e inicia síntomas de diarrea, vómitos, irritabilidad... debería hacernos sospechar de una patología, en este caso de enfermedad celíaca.
En definitiva, los percentiles son sólo números. El peso, la talla, no tienen importancia si a tu hijo se le ve feliz y sano. Fuera la percentilitis.