Son muchos los tratamientos que se pueden llegar a adoptar luego de que se ha detectado y confirmado la presencia de un cáncer de cuello de útero, algo que solamente un médico oncólogo puede llegar a determinar.
Este mismo tratamiento depende del estado de avance en el que se encuentre el cáncer de cuello de útero, algo que podría estar presente en la capa más externa de la cérvix; si esto es así, una simple cirugía quirúrgica podría eliminar a aquella área que se encuentra afectada por el cáncer de cuello de útero. La ventaja de esta cirugía es bastante grande, ya que la mujer no se ve impedida de poder seguir con su vida reproductiva. Pero debido a que el cáncer puede reactivarse, los médicos suelen aconsejar un chequeo y exámenes Pap cada 3 meses durante el primer año, y luego de ello, cada 6 meses.
Radioterapia y quimioterapia en el cáncer de cuello de útero
Pero si el cáncer de cuello de útero viene a ser un carcinoma in situ y la mujer no ha pensado en seguir procreando hijos, lo más recomendable es que se pueda realizar una extirpación del útero y ovarios, lo que se conoce como una histerectomía.
Existen casos que sólo el médico oncólogo y ginecólogo podrá definir, ya que si por ejemplo se realiza una histerectomía más aquellas estructuras adyacentes y los ganglios linfáticos, si los ovarios se encuentran en un estado normal y en perfecto funcionamiento, ellos no se extirparan en mujeres jóvenes.
Unas cuantas sesiones de radioterapia suelen ser administradas para quien tiene un cáncer de cuello de útero, algo que no causa efectos grandes pero que sin embargo podría llegar a provocar una pequeña irritación en la vagina y en el recto; pero si este cáncer ya ha avanzado más allá de la pelvis, lo ideal es tratar de recibir sesiones de quimioterapia.