Los dioses se han enfadado

Yo no quiero decir nada pero en el principio de los tiempos, cuando a las primeras civilizaciones, cuando no había Facebook ni Twitter, cuando las cosas eran más simples y el mundo era mundo, a nuestros ancestros, después de leer las entrañas de alguna gallina les daba por pensar en que los dioses se podían enfadar un rato y enviarnos señales para mayor acogotamiento del que se estaba pasando un pelín.

Lo digo por el terremoto del lunes. Cuando lo leí me dio por pensar aquello de “ya está, los dioses se han enfadado. Estamos condenados! – más todavía-”. El sismo no ha sido moco de pavo, 6.3 grados en pleno Mar de Alborán.

Después pensé que igual era cosa de África, que ha decidido la “desconexión” de nosotros por el asco que le da la deshumanización de Europa. Aunque puede que

igual eran los dioses antiguos esos (mucho más expeditivos que hoy en día), que pretendían que volviésemos a mirar otra vez hacia el Norte de África, donde nada ha cambiado. Seguimos con las expulsiones en caliente, las concertinas, los saltos de la valla, las pateras y todas las barbaridades que ya no salen por la tele pero continúan ocurriendo cada noche. Parece que no exista ya el problema en unos informativos que han caido en una espiral de violencia y amarillismo en la que se busca más el share que la noticia. Pero bueno, ya se sabe. Hoy eres primera plana y parece que alguien te vaya a hacer caso y el día después “si te he visto no me acuerdo”.

Pero si la causa del temblor fuese divina seria para decirnos “hala, ya os vale” con esto de los cambalaches presidenciales. Además, el terremoto no es el único aviso que hemos recibido. Ya otros que se creen dioses, la UE, nos ha advertido que con eso del show que tenemos montado igual se nos resiente esto de la economía y acabamos peor de lo que estamos (enriqueciendo un poco más a los que siempre sacan tajada del asunto).

Sin pretender a ser Dios (no va conmigo precisamente). ¿De verdad no da la sensación de que están jugando a pasar
el rato esperando a que sea el otro el que de el primer paso y se esmorre contra el fondo del precipicio?

 Mariano ya se ha puesto de perfil para que no le salpique, como siempre, a pesar de que sea a costa de ningunear al jefe de ese estado que él tanto aprecia. Iglesias anda provocando sin modales algunos, sin pensar que no estamos ya en tiempo de machadas de tabernarias con los amigotes y que el espectáculo ese de presentarse por las bravas con unos señores y una oferta para que Sánchez salte al vacío fue algo entre lo vergonzoso y lo inquietante (me esperaba mucho más de este hombre). En el PSOE, como ya va siendo habitual estos últimos milenios, no se aclaran y en Ciudadanos intentan pescar lo que sea, aunque sea un resfriado. Es algo bochornoso si habíamos confiado en esta gente para el cambio a algo mejor.

El tiempo pasa en blanco y continuamos sin ver lo que nos habían prometido. Continuamos con un desgobierno en funciones a manos de un partido que está siendo “investigado” (lo que viene siendo Imputado de toda la vida) y que si fuésemos una sociedad “normal” apartaríamos de toda responsabilidad hasta que acabe todo el lio judicial.

El caso es que el tiempo pasa y esto sigue igual. Ha llegado el frío y muchas familias españolas continúan pasándolas

canutas para evitar la salida de sabañones dentro de casa, seguimos con millones de parados y el empleo que se genera es lamentable, la educación continua en el pleistoceno. Sin que podamos empezar a ver que nadie se ponga en marcha para intentar hacer lo que necesitamos BUSCAR SOLUCIONES a las catástrofes que padecemos. Igual somos un país que no quiere gobernar nadie, es una idea que no debiéramos descartar.

No se que otra señal hará falta para salir de esta situación extraña, que sería casi ridícula si no es porque lo sufrimos

demasiada gente que ya nos empezamos a sentir engañados de nuevo y estamos hasta las narices. Igual, que se yo, los dioses han de enviarnos un volcán en pleno barrio de Salamanca para que, después de sacrificar algún gallo y unos conejos el augur de cualquiera de los partidos en los que habíamos puesto nuestras esperanzas les diga que se dejen ya de idioteces y empiecen a hacer algo porque lo que necesitamos ahora mismo es que esto empiece a moverse.