El Mundo al revés
Por Luis García Miró Elguera. (Diario Expreso).
LOS DOBLES RASEROS.
El exitoso operativo policial-militar de esta semana en Huanta, Ayacucho, mereció la felicitación unánime del país. En primer lugar, la opinión pública respaldó la decisión política del gobierno de enfrentar a esas repugnantes cucarachas de sendero luminoso, que siguen asesinando a las fuerzas del orden destacadas para combatir su actividad criminal, ahora en complicidad con el narcotráfico. Pero sobre todo, la sociedad ha aplaudido el trabajo en conjunto de las FFAA y la PNP y la intensa labor de inteligencia desplegada por ambas instituciones. Soldados y policías fueron, al final del día, los claros artífices de esta triunfante intervención.
Sin embargo un débil manejo político del Ejecutivo ha empezado a enervar el éxito y a poner en evidencia un doble rasero para determinados principios y conceptos. Primero, la inmediata y sospechosamente aprovechadora visita de dos ministros al lugar de los eventos –el de Defensa, Pedro Cateriano, y del Interior, Octavio Pedraza– y las balbuceantes declaraciones a la prensa de Cateriano sobre los detalles de la operación, hablando dubitativamente sobre “explosión” y “cuerpos quemados” sin saber explicar, en forma precisa, cómo se produjeron los hechos. Y en segundo lugar, la exultante figura de un presidente Ollanta Humala intentando capitalizar el triunfo con evidentes ansias de ganar méritos por adelantado. Esto último es lo menos complicado. El escollo estriba más bien en las palabras de Cateriano: “explosión” y “quemados”. Todo indica que los senderistas “Alipio”, “Gabriel” y “Alfonso” habrían muerto por una potente explosión, cuyo origen hasta ahora no ha sido explicado al país. Por cierto, el informe forense ratifica que los cadáveres de los terroristas acabaron chamuscados, al extremo que resulta indispensable hacerles la prueba de ADN para determinar su identificación. Pero los familiares de los terroristas no sólo se niegan siquiera a reclamar sus restos, sino que no piensan ofrecerse para realizar el test respectivo. En consecuencia los cadáveres jamás serán identificados y acabarán en alguna fosa común.
En este orden de ideas, cabría contrastar las formas de combatir al terrorismo que maneja el actual gobierno con las del tan cuestionado régimen fujimorista. Basta recordar que éste último capturó –no liquidó, ni menos chamuscó– a miles de miserables terroristas, entre dirigentes y cuadros operativos, gente que luego fue juzgada y condenada por la Justicia. ¿Por qué entonces las oenegé lincharon al ex presidente Fujimori, acusándolo de genocidio entre otros terribles cargos, por su combate al terrorismo, y sin embargo pasan piola ante los usos y costumbres del mandatario Humala? ¿A qué se debe este doble estándar? ¿A que el régimen de Fujimori fue de derecha y el de Humala es de izquierda? ¿O acaso las oenegé guardan municiones para extorsionar a Humala cuando lo crean conveniente?
FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/los-dobles-raseros