Hubo una vez un caballero
con la luna a su zaga,
hubo un caballero perseguido
por la siempre blanca enamorada...
Mas el atrevido aventurero,
Sólo amaba a su dama de largos cabellos,
la amaba entre las judías sombras
y las cristianas luces del orto bello...
Oh mi dama de bella estampa, de blanca piel y blanca alma!!Oh, mi niña de aire y jaraSeremos uno si tu me amas..
Y pasó la vida con sus quimeras,
y pasó la noche tan rauda y queda, cada uno de los días pasó con sus problemas, y pasaron todas las risas cortas y las largas penas.. Y aquel amanecer maldito, en que la luna no reinaba, sobre aquel despertar oscuro se acercó la parca que asomando la delgada faz por las esquinasnos tendió sus frías palmas...Me llevó primero.. yo no quise que te marcharas. Te quedaste con tus ojos bellos asomados entre cortinas blancasde espuma clara y llantos quedos...Te quedaste mi cieloentre tus cortinas de llanto y miedo.. Y miraste aquella puerta, llamándome callada..la miraste, cielo míocon el recuerdo de tu mirada.No tardo, me dijiste, no me retraso nada, espérame, no te vayas..Dos temblores, un suspiro, algunos desvaríos en las sombras macabras.. y nos uniremos para siempre como en el estanque se une el agua.Los dos al vientoal fin polvo, al fin albalos dos sin nada..diseminados dulcemente sobre el romeroy la jara...