Revista Insólito
Acaban de conseguir la unión radio telefónica de Berlín con Buenos Aires, por medio de ondas cortas de 20 a 40 metros.
Ya por el sistema de los "beants" o grandes transmisores longitudinales había conseguido Inglaterra hablar con Australia, y ahora por último se ha inaugurado el servicio Londres-India.
Es verdaderamente sorprendente y maravilloso reflexionar sobre esa facilidad de comunicación, sobre ese otro mundo, el mundo del éter, en que las radiaciones se transmiten con velocidad casi instantánea; mundo sutil intercalado entre los intersticios de nuestro pobre mundo corriente en que un automóvil a 130 kilómetros a la hora parece un bólido.
Y sin embargo está casi inmóvil si se le compara a la velocidad de la onda hertziana.
¿Qué nos reserva el porvenir? ¿Qué energías desconocidas se reservan en esa inmensa esfera del mundo eléctrico e ignoto, al que nos asomamos tímidamente por los orificios que taladran en él las antenas de nuestros tejados?
Dios lo sabe sólo. Pero la imaginación, ante tantas maravillas tiene derecho a esperar lo imposible. Y hasta ahora no olvidemos que lo real ha superado a la imaginación.
El Día de Palencia
10 de Agosto de 1927