Han corrido ríos de tinta en los últimos tiempos sobre la idoneidad o no del uso de drones (vehículos aéreos no tripulados) para la aplicaciones de la vida cotidiana. Hasta ahora su uso más común, militar y de inteligencia, había constituido la práctica habitual de este tipo de sistemas.
Compañías que apuestan decididamente por la innovación como Amazon, han dado un golpe de timón al integrar los drones como parte de la cadena logística en la entrega de pedidos. Investigación científica, control de recursos naturales, cartografía, arqueología o periodismo gráfico son otras de las funciones posibles de los drones.
Su expansión es imparable e incuestionable y también por eso hay alguna que otra agencia que se pregunta cómo puede ser el proceso creativo si un elemento con hélices forma parte del equipo. MRY se lo ha planteado y aquí os dejo el resultado.