Los juicios por combate o duelos judiciales eran cada vez menos comunes a finales de la edad media pero aún eran aceptados como parte de la teoría y práctica legal en el renacimiento. Podían ser usados en casos de traición (ya que los jueces eran agentes del rey, y el rey era la parte ofendida, siendo una manera de conservar la imparcialidad) y otro tipo de casos criminales y civiles donde no había pruebas contundentes que apoyaran a uno o a otro. Solo había unas pocas personas exentas, como los clérigos, pero las mujeres no estaban entre ellas. Por eso, algunas veces ellas también tenían que luchar.
En 1467, Hans Talhoffer escribió su Fechtbuch (manual de combate) aportando instrucciones ilustradas de como debían lucharse los duelos con una gran variedad de armas. Una sección trata los combates entre un hombre y una mujer. R. Coltman Clephan, siguiendo a R.L Pearsall, informa que, aunque estas eran poco comunes en Alemania el año 1200, varias ilustraciones se refieren a ellas. El contexto mostrado por Talhoffer es común, pero no universal. Aparentemente, eran más comunes entre marido y esposa. Talhoffer presenta sus instrucciones sin ningún comentario especial, y sus consejos se aplican a ambos participantes. Da dos versiones diferentes de la pelea, una con el hombre victorioso y otra con la mujer.
Las imágenes reproducidas aquí están escaneadas a partir de las fotocopias de un facsímil de el manuscrito editado por Gustav Hersgsell en 1887. La transcripción del alemán original es del facsímil. Dado que se consideraba a la mujer menos habilidosa que el hombre, este debía permanecer en un agujero hasta la cintura con un garrote mientras que la mujer llevaba una honda con una piedra de 4 ó 5 libras (unos 2 kg).
Esta sección se encuentra al final, sin comentarios, por lo que pudo ser un tipo de lucha poco frecuente. Sin embargo, atendiendo a los consejos que daba Talhoffer, se puede ver que no lo ve como algo exótico, sino que se lo toma en serio. El hombre ganaba cuando conseguía hacer caer a la mujer en el agujero. Para que ganara ella, debía ser capaz de inmovilizarlo mientras lo saca del agujero.
Fuente: Aemma