HAZ POSIBLE LO PROBABLE. Anónimo
Siempre estuve a favor de la libertad de expresión. Por ella corrí por las calles y anhelándola defendí ideas de otros que no eran las mías. Pero lo que está ocurriendo ya no es una confrontación de ideas y tratamiento neutral de las noticias. Muchos medios de comunicación abusan de la libertad de prensa para tergiversar noticias, manipular opiniones o corromper a funcionarios en los juzgados. La competencia entre ellos es una guerra en la que la mentira es factible.
Los intereses comerciales y la manipulación que en ocasiones se dan responden a las necesidades de un capital ávido de beneficios económicos a los cuales supeditan la misión que los medios de comunicación tienen en la democracia. Son los nuevos coroneles con el ruido de sables ideológico donde el tratamiento de la noticia es manipulada en función de la orientación política del medio.
Estos caudillos de la tergiversación juegan al desgaste de gobiernos y aupan o hunden a políticos en función de sus intereses. Nada importa que el tratamiento de la noticia sea manipulado o que ésta se haya conseguido por medios indeseables. Lo importante es el impacto que produzca y el número de ventas. Poco se tiene en cuenta si con ello se lesionan intereses de terceros o si se ha contrastado correctamente con anterioridad. Lo trepidante del momento y la inmediatez de la noticia constituyen banderas inescusables para ondear, al gusto del sesgo político del medio, noticias que poco importa la forma en que se consiguieron y si responden a la realidad.
Con esta forma de hacer periodismo, la libertad de expresión está amenazada porque bajo su nombre la menosprecian y atentan contra la realidad, hasta el punto de que es habitual el proporcionar noticias comentadas y hasta opinadas, obviando que el receptor tiene que ser un ser crítico con la información. Libertad para engañar, para manipular, para ideologizar, no es la libertad que la manoseada, y para algunos, caduca Constitución reserva para este término. Bueno sería que la democracia se protegiera de estos foragidos que en su nombre atentan contra la honestidad y el respeto a las ideas.