El edificio de los cubos
El edificio de los cubos, como popularmente se lo conoce, es un exponente del movimiento Metabolista en Madrid. Dos columnas de hormigón a la vista sostienen un diseño en forma de paralepípedo. Este ejemplar de “arquitectura de cápsulas” fue diseñado por los arquitectos franceses Michel Andrault, Pierre Parat, Aydin Guvan y Alain Capieu. Hoy en día alberga la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación mientras su singular fachada sigue atrayendo la mirada de los transeúntes que caminan por la calle Albacete.
Torres blancas
El arquitecto Francisco Javier Saénz de Oiza construyó en Madrid el edificio más paradigmático del organicismo español. El increíble aporte arquitectónico de Oiza constituye un legado para la ciudad. El diseño se inspira en la teoría de Le Corbusier y simula, desde su crecimiento vertical, el desarrollo orgánico de un árbol.
El hotel Silken Puerta América
El paisaje urbano de Madrid también tiene su cuota vanguardista otorgada por edificios como el Hotel Silken Puerta América. Lo más interesante de este complejo no es su fachada ni su aspecto moderno, sino la labor de diseño en cada una de sus plantas que unió el trabajo de algunos de los arquitectos más influyentes en la actualidad. La segunda planta ostenta el talento del arquitecto británico Norman Foster, mientras que la duodécima planta presenta una ambientación diseñada por el arquitecto francés Jean Nouvel. El resultado de este trabajo conjunto, y a la vez independiente, nutre el encanto de la ciudad de Madrid.
El Faro de Moncloa
Pocos edificios delimitan el horizonte de Madrid como lo hace el Faro de la Moncloa. Símbolo del carácter acogedor de la ciudad, solía recibir tanto a visitantes como a forasteros. En la actualidad, el diseño de Salvador Pérez Arroyo funciona como nexo entre las construcciones históricas de Madrid y el creciente desarrollo urbano modernista.
Torres KIO
Al igual que la famosa Torre de Pisa, “La Puerta de Europa” adquirió fama por su peculiar inclinación, siendo el primer rascacielos en diseñarse de esta manera. Philip Johnson, discípulo de Mies Van de Rohe, fue el arquitecto encargado de proyectarla. El conjunto de las dos torres inclinadas a 15 grados, se convirtió en un ícono cultural de la ciudad.