Los efectos del tabaco en la piel

Una de las primeras cosas donde vas a advertir que has dejado de fumar, va a ser en tu piel. Los efectos del tabaco en la piel son realmente visibles.

Derechos de Imagen: Plan Nacional sobre drogas

A la hora de dejar de fumar, muchos no somos conscientes de los cambios que se producen -o al menos yo- como he leído en el gusto ni en el olfato, y mucho menos en la presión arterial y la normalización del monóxido de carbono en la sangre «yo al menos no me doy cuenta».

Donde si es verdad que podemos notar los cambios (cambios reales) es en la piel.

En esta página llamada «smoking time machine», puedes ver como será tu cara dentro de 20 años si sigues fumando.

Envejecimiento Precoz

La nicotina disminuye el flujo de oxígeno y provoca la estimulación de radicales libres, perdiendo la cara el tono rosado que aporta un aspecto de vitalidad. La piel grisácea y la aparición de puntos negros, junto con el adelgazamiento de la piel y la pérdida de agua, hacen que la única solución sea dejar de fumar.

Según un estudio realizado en junio de 2014 por la Sociedad Española de Medicina Estética -SEME-, se indica que por cada 10 años que una persona fume, su piel envejecerá más de dos años.

Hay una clara relación entre fumar y tener arrugas. Los fumadores tienen una piel seca, áspera y surcada por las arrugas diminutas en el contorno de los labios y los ojos. Puedes ver aquí la famosa infografía basada en un estudio de la Organización Mundial de la Salud llamada “El Cuerpo del Fumador”.

Dejar de Fumar: El primer órgano que se beneficia es la piel

Los párpados hinchados y las ojeras tienden a desaparecer (dormimos mejor) y esto lo podemos observar a partir de la tercera semana, haciendo que la mejoría estética sea uno de los factores que no puede ayudar a llevar hacia adelante un proceso de abandono del tabaco.

Leyendo sobre cómo afecta el tabaco a la piel, leí una investigación del doctor Douglas Model publicado en el British Medical Journal donde informaba que con más de 10 años de consumo se puede identificar a un fumador con tan solo un simple examen facial, teniendo es su mayoría diferentes manchas, tonos grisáceos de la piel y arrugas marcadas en los labios y los ojos características específicas de este hábito.

Ahora por último pongo un video que es inquietante. Este video demuestra la actitud que tenemos realmente frente al tabaco.

Un niño pidiendo fuego por la calle con un cigarro en las manos…

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Rafa García