Los trabajadores aceptan rebajas salariales para mantener abierta la fábrica de Santa Perpètua de Mogoda.
El absentismo imperó en la jornada en que los trabajadores de Panrico en Catalunya estaban llamados a votar rebajas salariales para evitar el cierre de la planta de Santa Perpètua de Mogoda (Vallès Occidental). Poco más de la mitad de los 630 trabajadores de Panrico en Catalunya participaron en el referéndum que había convocado la empresa para votar la propuesta de rebajas salariales planteada por el director general de Relacions Laborals, de la Generalitat, Ramon Bonastre.
De los trabajadores que sí decidieron emitir su voto, el 89,5% aceptaron los recortes salariales y diez trabajadores votaron en contra, en una jornada en la que hasta 50 empleados de la planta de Santa Perpètua presentaron una baja médica para no acudir a sus puestos de trabajo. “La presión sindical sobre la plantilla ha sido muy fuerte”, explicaron ayer fuentes próximas al fabricante de bollería.
Tras conocerse el resultado de la votación, la compañía dirigida por Joan Casaponsa, manifestó su compromiso de dar continuidad a la planta catalana. “Ahora el comité de empresa de este centro debe reflexionar si quiere de verdad jugarse el puesto de trabajo de todos los colaboradores”, sentenció la compañía horas antes de la firma del convenio colectivo que fija las nuevas condiciones salariales para Panrico en Catalunya.
El comité, gobernado por CCOO, votó el pasado sábado en una asamblea el rechazo a la celebración del referéndum por considerar que la convocatoria del referéndum supone una “extralimitación” de las funciones de la Generalitat y amenazaron con una huelga en la planta.
“Todos los que han emitido su voto, sea a favor o en contra de la propuesta, han mostrado de forma evidente su postura”, aseguró la compañía.
En octubre del año pasado, Panrico envió una carta al comité de empresa de Santa Perpètua en la que amenazaba con cerrar la planta si no se llevaba a cabo una rebaja de costes salariales en las instalaciones.
Alternativa
Tras meses de negociaciones entre la empresa y el comité, la Generalitat elaboró la semana pasada una propuesta de mediación con la que se reducirán los costes laborales en un 25 por ciento a través de la prejubilación de treinta y cinco empleados y la reducción de complementos salariales. Esta supresión se compensará con una indemnización de 3,5 millones de euros a repartir entre los empleados afectados.
A cambio, Panrico se compromete a traer más producción a la fábrica catalana y a no presentar ningún expediente de regulación de empleo en cuatro años, una medida similar a las que han planteado empresas como Seat y Nissan para reducir los costes en sus fábricas catalanas.
Fuente: Expansión