Porque hay veces que la vida no se deja mudarNi los labios que se atraen se descubrenY los corazones aprisionadosDesiertan del destino que les reclamanSin encontrar el camino que les conduce a entregarseEntonces la heridas permanecenEs por ello tan tremendamente complicadoNo soñar en un tierno abrazo.En las ilusiones que arden Que hace estremece cuerpo encadenado al otro cuerpo
Porque el viento desesperado no busca los abrazos
Y la lluvia se impregna de la desidia Penetrando en sus corazones dejando huellasSi no llegan a lo más hondo del placerY sepan eclipsarse en una verdadera pasiónEspero, por ello, calma con mis versosLas apetencias de caricias y besosQue se pierden, tan sólo, por falta de atrevimiento.