¿Para qué intentar tener una disciplina, planificar horarios, planificar entradas y ser (o al menos intentarlo) como otras bloggers si siendo madre ya es suficiente excusa para que se vaya toda la planificación a la misma porra?
Definitivamente ya ni me altero ni preocupo si pierdo puntos en el ránking de Google (jaja), pues ya los recuperaré por otro lado (+ jaja).
Que todo no se puede Don Gugle!, que se me quema la cena, oiga!
A lo que iba. Quería hacer una breve reseña a un sitio que me hacía muchííííísima ilusión volver y, para ser sincera, se me fue BASTANTE de esa ilusión al ver que se había convertido en algo que casi nada tenía que ver con lo que me esperaba.
Hablo de ''Els Encants'' de Barcelona o Los Encantes como les llaman los castellano parlantes.
Pues para ti que lees y no tienes ni idea de lo que hablo, se trata o trataba de un mercadillo de pequeñas y mínimas historias encerradas en objetos de segunda, tercera o décima mano que vendían en puestos medianamente 'bienpuestos' o directamente desde el suelo al mejor estilo ''Top manta''.
La primera vez que fui, en el año 1998, salí encantada, haciendo honor al nombre de su estancia, claro que si eres amante de los mercadillos de viejos tesoros no se compara al espeluznante Waterlooplein de Amsterdam. ¡Joé!, qué pedazo de mercadote es ése!. Aún así era un buen sitio.
Pero esta vez, Els Encants Vells (viejos) de Barcelona solo guardan el nombre, y a medias, ya que ahora se llaman Nous (nuevos).
Para llegar si vas en transporte público es un poco odioso. Varios metros o buses pero al final llegar, llegas.
Yo aterricé después de un paseíllo en tren desde mi pueblo por la línea de metro L2 a la parada Encants saliendo por la calle Dos de Maig. Pero hay que caminar un rato largo y pasar por las obras de la rotonda de Glòries que la están volviendo a hacer después de darse cuenta de no sé qué macana se mandaron y eso hace que rodees tooooooda la rotonda haciendo más largo aún el recorrido.
Pero si lees y eres lista llegarás antes de lo que yo tardé (mucho antes y más relajada) y hasta la misma puerta del mercadillo cogiendo el Tram parada Glòries que me di cuenta ya llegando al lugar.
Y entonces verás el semejante, discreto,
El edificio en sí no es que tenga errores arquitectónicos, está bien orientado, las plantas son irregulares haciendo que entre luz por todos los sitios y que puedas tener un panorama visual desde cualquier punto de altura pero, como contrapartida, diría que este tipo de edificios estarían muy bien para zonas demasiado cálidas que necesitan de grandes, altos y paralelos paneles de hormigón para facilitar las corrientes de aire.
Desde luego Barcelona no es el desierto del Sáhara y no necesita que el sitio sea forzosamente ventilado. ¡Mamma mía, que friazón había allí!!!!. Los vientos y corrientes que se formaban dentro no sé si eran ciclones o anticiclones pero te juro que para cagarse de frío seguro que estaba.
En fin, que más allá del desencanto que me produjo el edificio con techo incluido y la congelación interna que llevaba desde los pies hasta el centro de mi alma, el resto de tiendas creo que eran más o menos las que recordaba pero, yo ya a esas alturas estaba con estado de humor de dudosa amabilidad como para esperar colas, apartarme de señoras impacientes y poca esperanza tenía que el panorama fuese a cambiar.
Decidí, 2 horas después cambiar de rumbos dejando como resultado un par de compras nada más.
4 metros de madroño azul cobalto a 2€ (0.50€/mt) comprados a un señor marroquí muy simpático con sombrerito de mono relojero y muy pero que muy amable y que me servirán para mi futuro puff hogareño y dos títulos de segunda mano pero muy buen estado y tapa dura por tan solo 5€ (el par).
Tengo que decir que el libro de Linda Goodman lo leí con tan solo 8 años y fue tal lo que marcó a fuego mi memoria y tal mi sorpresa que con apenas esa edad leyera características super marcadas de mi personalidad que siempre quise volver a tenerlo (el libro no era mío, era de una compañera de 3ro de primaria).
Lo descargué un par de veces en pdf, lo grabé en CD pero jamás lo leí, (¿yo?, ¡tradicional del papel!) ;) y ahora al volver a tenerlo en mis manos fue como sentir una vocecita que decía: llévame, llévame!
No hace predicciones de ningún tipo, (desde luego no lo habría leído jamás de haberlas hecho). Solo relata un conjunto de características generales pero específicas a la vez de cada uno de los signos del zodiaco.
Totalmente recomendable para conocerse aún más, y conocer o reconocer a tu entorno. A mí personalmente me ha ayudado a entender a ciertas personas, porqué eran o son así, porqué reaccionan de tal manera y no de otra ya que son constantes características de la gente nacida bajo ese signo.
Sinceramente es genial. La mujer describe 12 tipologías con humor, desde un punto de vista positivo, creo que realza las características agraciadas y a las que no son tanto las tiñe de un color más amable.
Además hace hincapié en las diferencias entre el hombre, la mujer y el niño, el jefe y el empleado. Claro que que no dará 100 x 100 en el clavo, está describiendo generalidades que se repiten en la gente nacida en un determinado período, pero es útil para aprender a entender la naturaleza humana. ¿No es acaso mejor que no saber nada?
Recomendadísimo!
El otro título se lo compré a Agus que está estudiando la 1ra y 2da guerra Mundial, las religiones, tiene un marcado interés por todo lo que tenga que ver con el aspecto social y digamos que está empapándose en el tema. A ver si le gusta...
Pues así acaba la crónica encantada, de todas formas y aunque el techo sea horroroso y haya perdido ese puntito de encanto si no lo conoces y te pica la curiosidad pasa a visitarlo que seguramente lo pasarás bien.
P/D: lleva bufanda ;)