Revista Insólito

Los enigmas de la Estrella de Belén

Publicado el 17 diciembre 2016 por Redespress60

Los astrónomos y astrofísicos siempre han observado las estrellas en busca de respuestas a los misterios del Universo. Y en ese sentido, el fenómeno celeste que, según el Evangelio de Mateo, los Reyes Magos bautizaron como la estrella de Belén, ha sido un enigma durante siglos…

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Las estrellas son un conjunto de nubes de polvo cósmico y gases interestelares que al juntarse conforman las nebulosas las mismas que conforman cientos y cientos de estrellas.  Se han llevado a cabo diversas investigaciones tratando de asignar a la estrella de Belén un fenómeno astronómico real.

Datos históricos

En el Siglo VI, el Papa Juan I ordenó al monje Dionisio el Exiguo que verificara la fecha de nacimiento de Jesucristo para contar los años a partir de su natalicio. Dionisio el Exiguo estudió la Biblia y otros documentos y determinó que Jesucristo había nacido al comenzar el día 25 de Diciembre del año 753 de la fundación de Roma, por lo que a este año le denominó año 1 antes de Jesucristo (cuando ése debió sido el año ‘0’) y al año siguiente, año 754 de la fundación de Roma, se le denominó año 1 después de Jesucristo. De esta forma se continuó contando los años desde el año 530 d.C. hasta nuestros días en los países cristianos y en algunos otros.

Según la cronología el monje romano Dionisio el Exiguo marca dos errores en cuanto al computo del nacimiento de Cristo después del año cero, en el siglo IV Constantino emperador de Roma decretó el día 25 de diciembre como fecha de celebración del nacimiento de Cristo y la celebración de la navidad quien dio por buena la noticia de San Clemente de Alejandría de que Jesús había nacido el año 28 del reinado del emperador Cesar Augusto.

Los enigmas de la Estrella de Belén

En los evangelios no se nos indican fechas exactas del nacimiento de Cristo quizás por la fecha en que se escribieron los mismos como el evangelio de Mateo podemos deducir que sucedió en tiempos del Rey Herodes el Grande , aunque tampoco está muy claro. Herodes el Grande falleció el año 750 de la fundación de Roma (año 4 aC.) y, según la Biblia, Herodes el Grande fue quien mandó matar a todos los niños de hasta 2 años, para eliminar a Jesucristo en la llamada ‘Matanza de los Inocentes’ por miedo a perder su poder. Es evidente que según las fechas no coincidieron en vida Herodes y Jesús.

La figura de los Reyes Magos

La primera aparición de los Reyes Magos fue en la Biblia, por lo que esta práctica cuenta con una fuerte influencia católica y es de suma importancia en países religiosos. La Biblia recoge que la Estrella de Belén fue el astro que guió a los Magos hacia el lugar del nacimiento de Jesucristo. Los sabios viajaron siguiendo la estrella y esta se detuvo en el lugar donde había nacido Jesús.

España, es uno de los países europeos donde los Magos de Oriente hacen su visita cada 6 de enero. En otros países cristianos la entrega de los regalos está a cargo de otros personajes, por ejemplo en Alemania el encargado de repartir los juguetes es San Nicolás y en Italia la Bruja Befana es la elegida para repartir dulces y regalos como una forma de limpiar su conciencia al no querer ayudar a los Reyes Magos a encontrar al niño Jesús.

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La denominación de “Reyes Magos”, que fue acuñada en el siglo III por Tertuliano -Mateo solo habla de unos “sabios”- y continuando por el número de tres, que también es una invención del siglo III, en este caso atribuida a Orígenes de Alejandría y que acabó imponiéndose a partir del siglo IV; hasta entonces el número de magos de oriente que visitaron a Jesús variaba entre dos y sesenta, dependiendo de la tradición.

El nombre de los tres magos-sabios-reyes también es bastante posterior, dado que éste no aparece en el exiguo relato de Mateo. Posiblemente, las primeras referencias de que sus nombres fueran Melchor, Gaspar y Baltasar -monarcas de los persas, los indios y los árabes, respectivamente- daten del Evangelio armenio de la Infancia, un apócrifo tardío fechado hacia el siglo V y del mosaico bizantino de San Apollinare Nuovo (Rávena, Italia).

Otro añadido, como se aprecia en el mismo mosaico de Rávena y en otras obras posteriores, es la tez oscura del Rey Baltasar. Éste cambió de raza en el siglo XVI, ya que anteriormente a esta fecha era tan blanco como Melchor y Gaspar.

En realidad, ni siquiera la forma de cometa es original, ya que Mateo únicamente habla de una “estrella” sin más precisiones; fue al pintor, escultor y arquitecto italiano Giotto de Bondone al que debemos la visión comética de la Estrella, ya iniciado el siglo XIV. Giotto observó el Cometa Halley en su aproximación de 1301, y probablemente esta visión fue la que inspiró la peculiar forma de la Estrella de Belén de su cuadro “Adoración de los Reyes Magos”, primer registro histórico en el que la luminaria aparece con cola .

Los enigmas de la Estrella de Belén
Mosaico Ravenna

El descrédito

En primer lugar, y antes de abordar explicación astronómica alguna, es preciso indicar que las pruebas documentales nos inclinan a pensar que nos encontramos ante un mito sin fundamento real, como ya ha sido constatado por numerosos autores. El único testimonio sobre la pretendida estrella guía aparece en el evangelio de Mateo, escrito unos 70-90 años después de la supuesta muerte de Jesús (Mateo no conoció personalmente a Jesucristo, por lo que todos sus escritos se fundamentan en fuentes, al menos, de segunda mano).

En el siglo XVII, Johannes Kepler estimó la posibilidad de que una triple conjunción entre Júpiter y Saturno en aquellas fechas bíblicas (se acercaron tres veces en el curso de varios meses) sirviera de base al relato de Mateo, con un importante adorno del fenómeno por parte del evangelista. Sin embargo, también esta última hipótesis tiene un par de objecciones importantes: las únicas conjunciones acaecidas en torno a la fecha del nacimiento de Jesús son en los años 7 aC. (Júpiter y Saturno) y en el 6 aC. (acercamiento aparente de Marte, Júpiter y Saturno), en ambos casos, unos años antes de lo necesario. No obstante, el propio Kepler y otros estudiosos posteriores, no dudaron en recalcular la fecha del nacimiento de Cristo, situándola en el año 7 aC., curiosamente coincidente con la triple conjuncion de Júpiter y Saturno.

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Una segunda objección a la hipótesis de la conjunción la aporta el astrónomo Mark Kidger (The Star of Bethlehem Princeton University Press, 1999), quien señala una conjunción en los años 146-145 aC. con un orbe de 10 minutos de grado, la cual supuso un fenómeno más espectacular y hubiera llamado aún más la atención a los astrólogos de la época. Como comenta el propio Kidger : “Si el único factor a tomar en cuenta fuera la conjunción, los magos, viendo esta conjunción triple y espectacular hubieran debido llegar a Jerusalén 139 años antes”.

En el año 1925 se encontró a cien kilómetros de Babilonia una tablilla de arcilla que puede apoyar esta teoría, ya que en ella se relata la triple conjunción de Júpiter y Saturno, es decir que fue vista en todo Oriente medio. Según esta hipótesis de las conjunciones planetarias, los magos se pusieron de camino a Belén cuando se dio la primera de estas conjunciones, y llegaron a destino al tiempo que se daba la tercera.

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Grant Mathews Uno de los científicos fascinados por este mito es Grant Mathews, profesor de astrofísica y cosmología teórica en el Departamento de Física de la Universidad de Notre Dame en Indiana, EE.UU. Mathews ha estudiado registros históricos, astronómicos y bíblicos para llegar a conclusiones sobre la naturaleza de la estrella de Belén. Según informa el portal Phys.org., tras más de una década de estudios el científico desacreditó el famoso mito religioso. En su opinión, los Reyes Magos se enteraron del nacimiento de Jesús gracias a una alineación planetaria extremadamente rara que se produce una vez cada 500.000 años. De acuerdo con los registros en los que se basa el científico, durante esta alineación, el Sol, Júpiter, la Luna y Saturno estaban en la constelación de Aries, mientras que Venus estaba en la constelación de Piscis, y Mercurio y Marte estaban en la de Tauro. Aries se encontraba en el equinoccio vernal. Según Mathews, la alineación que se produjo fue interpretada por los Reyes Magos como el nacimiento de un nuevo gobernante de Judea, ya que Aries en el equinoccio vernal marca el inicio de la primavera; la presencia de la Luna y Júpiter en Aries representaba nacimiento de un regente con un destino especial, y la presencia de Saturno en esta constelación era un símbolo de una nueva vida.
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Aunque la Iglesia católica insiste en que la estrella de Belén no fue un fenómeno astronómico, sino un verdadero milagro que guió a los Reyes Magos al lugar del nacimiento de Jesucristo, en diferentes momentos de la historia científicos plantearon hipótesis de que este fenómeno en realidad era el cometa Halley o una supernova, entre otras. También el Imperio Romano solía vincular el nacimiento y la muerte de personajes ilustres a sucesos astronómicos, como en el caso del propio Julio César, del cual rezan las leyendas romanas que una estrella apareció el día de su nacimiento y un cometa fue avistado el día de su muerte.
Archivado en: Mitos y Sombras Tagged: alineación planetaria, cometa Halley, Estrella Belén, Grant Mathews, Herodes, nacimiento Jesús, Navidad, Reyes Magos
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