A lo largo de la historia, un gran número de futbolistas no han tenido reparos en recalar en el eterno rival. En los banquillos también han existido algunos movimientos curiosos entre ambos equipos y en esta entrada nos centraremos en los técnicos que han dirigido tanto al Sevilla como al Betis en algún momento de sus carreras.
Algunos de estos técnicos pasaron directamente de dirigir a uno de los dos equipos de la ciudad a entrenar al eterno rival, otros, decidieron regresar a la ciudad hispalense años más tarde pero para hacerse cargo del equipo rival. En cualquier caso, el número de entrenadores que han dirigido a ambos conjuntos en algún momento de sus carreras no es muy amplio. A continuación, repasamos las trayectorias de todos esos técnicos a los que no le importó cambiar de bando en el fútbol sevillano:
Patrick O´Connell, rebautizado en España como "Don Patricio", tiene detrás de sí una historia digna de película. Este irlandés, nacido en 1887, desarrolló su carrera como jugador en varios equipos británicos, llegando a jugar en el Manchester United, donde incluso ejerció como capitán hasta que se destapó que había estado implicado en el amaño de un encuentro frente al Liverpool, que pasaría a la historia siendo conocido como "the fixed match" (el partido amañado).
En su último equipo como futbolista, el Ashington de la Tercera División Norte inglesa, se convirtió en entrenador-jugador. Pocos años después, no dudó en dejar atrás a esposa e hijos para desembarcar en España y dirigir al Racing de Santande r, su primer equipo en España, donde cosechó notables éxitos durante la década de los años veinte, dejando al equipo clasificado para la primera edición de la liga.
Tras dirigir al Real Oviedo en segunda división, en 1931 firmó por el Betis, donde permaneció tres temporadas, logrando el único título de Liga que figura en el palmarés del equipo verdiblanco. Como consecuencia de este gran éxito, fue contratado por el Barcelona en la campaña siguiente, aunque allí no tendría la misma fortuna.
Posteriormente, regresó al Betis, entonces en segunda división, y logró ascender al equipo en la temporada 1941/1942. Sin embargo, después del ascenso, decidió no continuar en el Betis para hacerse cargo del Sevilla, tras convencerlo Ramón Sánchez Pizjuán.
O´Connell permaneció en Nervión durante tres campañas, desempeñando un gran papel, pues el Sevilla finalizó como subcampeón de Liga en su primera temporada, donde además, el equipo nervionense se impuso al Betis en Heliópolis con un abultado resultado de 2-5. En su segunda campaña, el Sevilla terminó en el tercer puesto y en su tercera y última temporada, el Sevilla finalizó en un discreto décimo puesto.
Posteriormente volvió a entrenar al Racing de Santander, donde terminó su carrera como entrenador. O´Connell, que había llevado una doble vida en España casándose con otra mujer, se trasladó a vivir a Sevilla, una vez acabado su periplo como entrenador. Curiosamente, uno de sus hijos aprovechó la visita de la selección española a tierras inglesas para preguntar si conocían a su padre. Guillermo Eizaguirre, por aquel entonces seleccionador, le dijo que no solo lo conocía, si no que además sabía donde vivía. Así, el hijo consiguió establecer contacto con su padre, desplazándose a Sevilla, aunque éste no se mostró demasiado entusiasmado. Esta historia fue plasmada por Daniel O´Connell (el hijo) en un libro titulado "Viaje a Sevilla en tercera clase".
O´Connell atravesó graves problemas económicos durante sus últimos años de vida y siendo viudo, regresó a Inglaterra, donde terminó tristemente en la indigencia, falleciendo en 1959, escasos días antes de cumplir los 72 años.
Breve vídeo en el que se resume el paso de O´Connell por el Sevilla:
Antonio Barrios fue el segundo técnico en dirigir a ambos equipos.Llegó al Betis en la campaña 1957/1958, tras una dilatada carrera como técnico en las filas del Valladolid, Racing de Santander, Málaga, Athletic, Tetuán y Atlético de Madrid.
Barrios permanecería dos campañas en el Betis, consiguiendo el ascenso a primera en su primera temporada y dejando al equipo como sexto clasificado en el siguiente ejercicio. Posteriormente, tras dirirgir una campaña al Espanyol, firmó por el Elche en la temporada 1960/1961, y en esa misma campaña, no dudó en firmar por el Sevilla en el último tramo del campeonato, tras haber quedado desvinculado del Elche pocas jornadas antes.
En la temporada siguiente, situó al Sevilla en la sexta posición y estuvo muy cerca de ganar la Copa del Rey, aunque finalmente el conjunto nervionense se tuvo que conformar con el subcampeonato, tras caer derrotado en la final ante el Real Madrid. En su tercera y última campaña, acabó siendo destituido por la mala marcha del equipo, tres jornadas antes de la conclusión del campeonato. Pero ahí no terminaría su relación con el fútbol sevillano...
Tras protagonizar otro cambio de bando desde la Real Sociedad al Athletic de Bilbao y de dirigir nuevamente al Valladolid, a cudió a la llamada del Betis en la temporada 1966/1967. El club bético se encontraba en segunda división y había destituído al anterior técnico tras una mala racha, y finalmente, Barrios consiguió el ansiado ascenso.
Sin embargo, tras el ascenso, firmó nuevamente por el Sevilla y dejó tirado al Betis, aunque en Nervión no le fue del todo bien y acabó siendo destituído esa misma campaña. Tras un breve regreso al Valladolid, ni corto ni perezoso, no tuvo reparos en hacerse dueño, nuevamente, del banquillo del Betis, donde permaneció casi tres temporadas, logrando un nuevo ascenso en la segunda de ellas.
Posteriormente, dirigió a Recreativo de Huelva y Osasuna, siendo el conjunto navarro su último equipo. A pesar de que llevó al Sevilla a disputar una final de Copa, Antonio Barrios caló más hondo en el Betis, donde acumuló tres ascensos, mientras que en el conjunto sevillista realizó campañas muy dispares. Este trotamundos de los banquillos falleció en 2002 a la edad de 92 años.
Breve vídeo en el que se resume la labor de Antonio Barrios en su primera etapa con el Sevilla:
Daucik nació en la actual Eslovaquia en 1910. Tras una carrera notable como jugador, desarrollada en clubes de Checoslovaquia, llegó a ser internacional y a disputar dos Mundiales con dicha selección. También defendió la camiseta de la selección eslovaca en una ocasión durante el breve período en que Eslovaquia fue independiente.
Posteriormente, inició su carrera como entrenador en el Slovan Bratislava, compaginando dos campañas como s eleccionador de Eslovaquia, un cargo que en cierto modo repitiría años después como seleccionador de Checoslovaquia.
Su llegada al fútbol español se produjo siendo entrenador del Hungaria, un club que disputó algunos partidos amistosos en territorio español, donde llamó la atención del FC Barcelona, que le contrató para que dirigiera al club en la temporada 1950/1951. Daucik permaneció en la Ciudad Condal durante cuatro campañas, logrando dos títulos de Liga, tres Copas del Rey (por aquel entonces del Generalísimo), dos Copas Eva Duarte (Supercopa de España) y una Copa Latina (competición europea). Posteriormente, dirigió al Athletic de Bilbao durante tres campañas, en las que el club consiguió dos Copas del Rey y una Liga. Luego firmó por el Atlético de Madrid, donde permaneció otras tres campañas y logró una Copa del Rey.
Tras un breve paso por el Oporto, Benito Villamarín le contrató para que se hiciera cargo del Betis en la campaña 1960/1961, avalado por su gran trayectoria en los banquillos. Tres temporadas permaneció al mando del conjunto bético, sin llegar a conseguir grandes logros y siendo despedido antes de finalizar la tercera. Durante esta etapa, su hijo Yanko Daucik jugó en el Betis hasta que fue fichado por el Real Madrid.
Después, Daucik dirigió al Murcia una campaña y acabó recalando en el Sevilla en la temporada 1964/1965. El conjunto sevillista no atravesaba un buen momento económico, que afectaba en lo deportivo, por lo que la temporada resultó un tanto gris y no continuó en el banquillo sevillista.
Tras dirigir a Indautxu, Zaragoza, donde conquistó su séptima Copa del Rey, y Elche, regresó al Betis, que se encontraba en segunda división y volvió a recurrir a él para intentar el ascenso, aunque finalmente no lo consiguiera y fuera destituído antes de concluir la temporada. A partir de ese momento, su carrera comenzó a entrar en declive, entrenando mayormente en segunda división, en las filas del Sant Andreu, Espanyol, Cádiz y Levante.
Aunque no lograra grandes éxitos en el Betis ni en el Sevilla, Daucik es uno de los técnicos que más partidos ha dirigido en primera división y todo un histórico de la Liga española, por trayectoria y palmarés. Ferdinand Daucik falleció en la capital de España en 1986, con 76 años.
Sabino Barinaga nació en Vizcaya en 1922. Como jugador, tuvo una dilatada trayectoria en primera división, jugando toda una década en el Real Madrid, además de hacerlo en la Real Sociedad y en el Betis, donde pasó sus dos últimas campañas antes de colgar las botas, consiguiendo el ascenso a segunda división (el Betis estaba en tercera) y jugando una temporada más en la categoría de plata.
Ya como entrenador, comenzó su carrera dirigiendo al Osasuna durante dos campañas. Fichó por el Betis una vez entrada la campaña 1959/1960, tras el buen sabor de boca que había dejado como futbolista, aunque solo permaneció ese año.
Posteriormente, entrenó a Oviedo, Málaga, Atlético de Madrid y Valencia, antes de hacerse cargo del Sevilla en la temporada 1966/1967, donde fue destituído tras la penúltima jornada por la mala situación del equipo, aunque finalmente el equipo sevillista consiguió permanecer en primera división.
A mediados de la campaña siguiente, llegó al Betis por segunda vez para intentar reflotar al equipo, aunque finalmente el conjunto bético no consiguió eludir el descenso. Permaneció en el conjunto verdiblanco la temporada siguiente pero solo duró nueve jornadas. Después, tras un breve paso por el América de México y Mallorca, se hizo cargo de la selección de Marruecos durante un año, para finalizar su carrera como entrenador en las filas del Oviedo, en dos etapas distintas, y en el Cádiz. Considerado toda una leyenda en el Real Madrid, Sabino Barinaga falleció en 1988 a la edad de 65 años.
Luis Cid Pérez, nacido en Ourense en 1929 y más conocido como Carriega, tuvo una discreta carrera como jugador en equipos del norte de España, sin llegar a debutar en primera división. Sin embargo, como otros muchos futbolistas que no llegaron a triunfar, si disfrutó de una amplia trayectoria como técnico de cierto prestigio.
El Sevilla confió en él en la campaña 1976/1977, tras haber dirigido a Cartagena, Terrassa, Europa, Langreo, Sporting y Zaragoza, acumulando experiencia en primera división en éstos dos últimos equipos. En el Sevilla, permaneció tres campañas al mando (10º, 8º, 11º), en las que aportó estabilidad al club. El club nervionense dejó de contar con él al término de su tercera campaña y en la siguiente, decidió aceptar la oferta presentada por el Betis tras solo un par de jornadas disputadas.
Años más tarde, declararía en una entrevista lo siguiente: " No me trajo ninguna revancha. Sencillamente, el amor propio. Tenía que demostrar muchas cosas que no pude conseguir con el Sevilla, por cosas que ahora sería muy largo de enumerar y que ahora espero alcanzar con el Betis".
Carriega permanecería dos campañas en el conjunto bético, cosechando cierto éxito y dejando al equipo como quinto y sexto clasificado. Luego entrenaría al Atlético de Madrid, Elche y Celta de Vigo, antes de iniciar una segunda etapa en el Betis en la temporada 1984/1985, donde llegó a falta de pocas jornadas para salvar al equipo del descenso y dejándole clasificado como octavo en la siguiente temporada. Ya no volvería a entrenar nunca más en la ciudad hispalense y sus últimos años como entrenador los pasaría en el Figueres y Ourense.
Breve vídeo en el que se resume el paso de Carriega por el Sevilla:
Vicente Cantatore nació en Rosario (Argentina) en 1935. Desarrolló su carrera como futbolista en clubes de Argentina y Chile, siendo este último pais donde obtuvo mayor relevancia. Precisamente en Chile, inició su carrera como técnico, consiguiendo dos títulos de Liga. Esos éxitos posibilitaron su llegada a la selección Chilena, aunque permaneció muy poco tiempo.
El Valladolid fue el primer club que dirigió en España y donde se hizo un nombre en el fútbol español, sobre todo tras disputar una final de Copa frente al Real Madrid y posibilitar que el conjunto vallisoletano se clasificase para jugar la Recopa.
Tras permanecer tres temporadas en el Valladolid, llamó la atención del Sevilla y Luis Cuervas le contrató para que se hiciera cargo del equipo en la campaña 1989/1990. Con él al mando y sin apenas fichajes, el Sevilla consiguió clasificarse para disputar la Uefa en su primera campaña, y tras dejarlo en la octava posición en su segunda temporada, finalizó su etapa en el banquillo sevillista.
Posteriormente regresó a Chile para dirigir al CD Universidad Católica y tras un breve paso por el Rosario Central argentino y el Colo Colo chileno, regresó a España para entrenar al Tenerife y posteriormente regresar al Valladolid, donde además de salvar al equipo del descenso, lo logró clasificar para la Uefa en su segunda campaña.
En la temporada 1998/1999, Vicente Cantatore regresó a Sevilla, aunque en esta ocasión lo hizo para entrenar al Betis, en el que antes de comenzar la campaña, habían dimitido Luis Aragonés, primero, y después Antonio Oliveira. Cantatore solo dirigió al Betis en siete encuentros, presentando su dimisión tras una goleada sufrida ante el Valencia. Posteriormente, entrenó durante un breve periodo de tiempo al Sporting de Gijón en segunda división, poniendo fin a su carrera como entrenador a los 65 años.
Vicente Cantatore, lógicamente, guarda mejores recuerdos y una mayor simpatía por el Sevilla que por el Betis. El entrenador argentino se estableció definitivamente en Chile para llevar una vida tranquila, aunque tras la muerte de su esposa se trasladó a Valladolid para vivir cerca de su hijo. Actualmente tiene 80 años y sus numerosos recuerdos en el mundo del fútbol comienzan a desvanecerse a causa del Alzheimer.
Breve vídeo en el que se resume el paso de Vicente Cantatore por el Sevilla:
Luis Aragonés nació en la localidad de Hortaleza (Madrid) en 1938. Como jugador, debutó en primera división jugando en las filas del Oviedo, desde donde fichó por el Betis a principio de la década de los sesenta. Después de tres campañas a un grandísimo nivel, dio el salto al Atlético de Madrid, donde permaneció más de una década y se convirtió en toda una institución para el club.
Su glorioso palmarés como colchonero y el conocimiento de la casa, propiciaron que a los 36 años colgara las botas y al día siguiente se convirtiera en el entrenador del club. Tras varios años exitosos en el Atlético de Madrid, llegó al Betis en la campaña 1981/1982, aunque su etapa como entrenador bético apenas duró un encuentro. Después de una derrota en la primera jornada, presentó su dimisión aduciendo problemas de salud, pero la verdad del asunto es que Luis Aragonés se borró tras comprobar la calidad de aquella plantilla.
Después regresaría al Atlético de Madrid, donde se mantuvo varias temporadas en dos etapas, la segunda, después de haber dirigido al Barcelona y el Espanyol. También, a finales de la campaña 1988/1989 alcanzó un acuerdo para dirigir al Betis en la siguiente temporada, pero el descenso del equipo motivó su arrepentimiento.
Sin embargo, años más tarde, si que entrenaría definitivamente en la ciudad hispalense, aunque en el banquillo del Sevilla. El " Sabio de Hortaleza" era un técnico de gran prestigio y con una amplia experiencia a sus espaldas cuando se hizo cargo del conjunto sevillista en la temporada 1993/1994. Su pasado como futbolista verdiblanco y su anecdótico paso como entrenador del Betis no supusieron ningún impedimento para que Luis Cuervas le contratara. Dos buenas temporadas, culminadas con la clasificación del Sevilla para disputar la Copa de la Uefa fueron el bagaje de Luis en Nervión.
Al término de la campaña 1994/1995, decidió no renovar con el club nervionense y marcharse al Valencia. Después de su paso por tierras valencianas, finalmente, acabaría sentándose en el banquillo del Betis en la temporada 1997/1998. A pesar de que clasificó al conjunto bético para la Uefa (en el 8º puesto) y de que tenía contrato en vigor, antes de comenzar la campaña 1998/1999, presentó su dimisión bajo la excusa de problemas familiares, lo que acabó desatando la furia de Lopera, con quien no se llevaba demasiado bien debido al fuerte carácter que ambos tenían.
A pesar de que llegó a asegurar en ese momento que no volvería a entrenar, Luis Aragonés, tras tomarse un año sabático, se sentó en el banquillo de Oviedo, Mallorca (en dos etapas), Atlético de Madrid y la selección Española, donde consiguió la ansiada Eurocopa. Su último equipo fue el Fenerbahce y después de desvincularse del club turco, curiosamente, estuvo a punto de firmar nuevamente por el Sevilla en 2010, tras la destitución de Jiménez, pero finalmente las negociaciones no llegaron a buen puerto y ya no volvería a dirigir a ningún equipo más hasta su fallecimiento en 2014, a la edad 75 años y a causa de una leucemia que mantuvo en secreto. Sin duda, Luis Aragonés fue todo un personaje que hizo historia en el fútbol español, tanto en los terrenos de juego como en los banquillos.
Breve vídeo en el que se resume el paso de Luis Aragonés por el Sevilla:
Juande Ramos ha sido el último técnico que ha entrenado a los dos equipos sevillanos. Nacido en Pedro Muñoz (Ciudad Real) en 1954, no disfrutó de una carrera muy exitosa como futbolista, limitándose su participación en la máxima categoría a no más de 20 minutos repartidos en tres encuentros, cuando jugaba en el Elche. Posteriormente jugó en categorías más bajas y tuvo que retirarse prematuramente por una lesión.
Su carrera como entrenador no fue sencilla, comenzó a subir escalafones desde las categorías inferiores del Elche hasta llegar a hacerse cargo del filial, y terminar como segundo entrenador del primer equipo. Posteriormente, decidió continuar en solitario, entrenando en segunda B, primero al Alcoyano y después al Levante, antes de dar el salto a la categoría de plata, donde dirigió al Logroñés (consiguiendo el ascenso), al Barcelona B (descendió a segunda B) y al Rayo Vallecano, donde además de conseguir el ascenso, se hizo un nombre en primera división.
En la temporada 2001/2002, firmó por el Betis para guiar al conjunto bético en su regreso a primera división, cosechando un gran éxito al clasificarlo para disputar la Copa de la Uefa. Sin embargo, no llegó a un acuerdo con Lopera para continuar y acabó despidiéndose entre lágrimas del Betis.
Tan solo tres años después y tras un breve paso por el Espanyol, y luego en el Málaga, firmó por el Sevilla para hacerse cargo del equipo, tras la marcha de Joaquín Caparrós. Entonces, Lopera lanzó todo tipo de dardos al entrenador manchego, asegurando que era " bético de corazón".
En el Sevilla, Juande Ramos cosecharía sus mayores éxitos como entrenador. En sus dos primeras campañas, conquistó dos Copas de la Uefa, una Copa del Rey, una Supercopa de España y una Supercopa de Europa. Después de superar un arranque complicado en su primera temporada, el conjunto sevillista desplegó un fútbol vistoso y maravilló a toda España y Europa bajo la tutela de Juande Ramos.
Sin embargo, el técnico manchego protagonizó una sonora espantada para marcharse al Tottenham inglés, cuando apenas habían transcurrido siete jornadas de liga en la que iba a ser su tercera temporada como sevillista. Juande Ramos se despidió a través de un comunicado en su página web, el cual concluía así: " Mi corazón se queda en Nervión pero por mi familia y mi profesión es imposible no marchar a Londres. A la familia roja y blanca del Sánchez Pizjuán sólo deciros que podré ir muy lejos pero, amigo sevillista, te aseguro, que nadie estará nunca tan cerca de vosotros".
En aquel momento, parecía que Juande Ramos estaba destinado a ser uno de los mejores entrenadores del mundo, pero acabó estancándose en Londres y aunque acabó dirigiendo al Real Madrid, sus equipos nunca llegaron a alcanzar el nivel de aquel gran Sevilla. Aún con cierto caché, entrenó al CSKA Moscú y al Dnipro, y desde 2014 no ha vuelto entrenar. Tras la destitución de Pepe Mel por parte del Betis, se especuló y mucho con la posibilidad de un regreso al Betis. Si su salida ya provocó malestar en el sevillismo, imaginen si se hubiese hecho cargo del eterno rival...
Juande Ramos ha sido el último entrenador que ha dirigido a los dos equipos de la ciudad. ¿Quién será el próximo...?