Revista Cultura y Ocio
La actual organización escolar de los centros educativos recae casi al 100% en las espaldas de los Equipos directivos en general y muy en particular en el Director.Curso a curso, la Administración Educativa es cada vez más exigente con las funciones directivas. El director ha asumido las competencias de un Consejo Escolar desterrado a una supervisión y control imposible de asumir.El actual director de un colegio se dedica casi exclusivamente a aspectos administrativos que se multiplican mes a mes. Atrás quedan los años en los que había tiempo para impulsar la labor del profesorado, entrevistarse con las familias y sobre todo: conocer al alumnado.La desconexión de los Equipos Directivos con la realidad de los centros educativos está siendo una de las mayores torpezas que la actual Administración. Está situación se está acelerando gracias a las incesantes tareas administrativas a las que se está sometiendo un trío que pocos maestros y maestras quieren para sí.Ahora que se habla de consenso educativo entre los desconectados políticos con la sociedad, se requiere algo más que voluntad para llegar a un acuerdo duradero y resistente a los vaivenes y modas educativas y pedagógicas que muchos nos quieren colar sin saber como enseñar a un niño que 2+2=4 o que burro se escribe con b.Un futuro acuerdo educativo no necesita buena voluntad, necesita capacidad y experiencia y ambas se encuentra en cualquier pasillo de colegios e institutos. Contar con los maestros y maestras es imprescindible y condición necesaria para conseguir una eficaz Ley Educativa. Hablar cinco minutos con un profesor o profesora sobre los actuales problemas de su aula nos demostrará lo insignificante e irrelevante que es la burocracia educativa.