Algunos errores frecuentes que cometemos en nuestra alimentación diaria obstaculizan el objetivo que muchos de nosotros nos marcamos antes de llegar el verano: bajar esos michelines o kilitos de más que se nos han puesto encima durante los meses más fríos del año.
Si quieres que la operación bikini sea todo un éxito ten en cuenta esta lista, en donde detallo los errores más frecuentes que cometemos y que pueden ser decisivos para que la balanza se decante a tu favor o en contra…
Exceso de productos light: Si te fijas en las etiquetas de los productos light, solo tienen una disminución de las calorías que presentaría el producto convencional. Para que sean efectivos, debes comer las mismas raciones que comías antes, pero sustituyendo el producto tradicional por el light.
Exceso de bebidas azucaradas: Los zumos envasados a base de concentrados tienen una gran cantidad de azúcar y por supuesto, calorías. De nada sirve que intentes limitar o reducir lo que comes, si luego te tomas 1 litro de zumo al día.
Evita el exceso de sal en las comidas: Si los alimentos que consumes contienen demasiada sal, como consecuencia retendrás más cantidad de líquido.
Cuidado con el alcohol: Cuando haces dieta no quiere decir que debas dejar de consumir alcohol. Pero ten en cuenta que de nada sirve que te cuides durante todo el día, si por la noche sales y te hinchas a beber.
¿Sabias que beber una pinta de cerveza equivale a comer un montadito de salchichas o que un vaso de vino es igual que comer un trozo de tarta?
Las calorías de las bebidas varía en función del alcohol que contengan. Así, entre las que más engordan se encuentran el anís, los licores, el gin, el ron o el coñac, con algo más de 200 calorías por 100ml. La misma cantidad de vino contiene unas 100 calorías, mientras que la cerveza supone algunas calorías menos, unas 45 por cada 100ml.
Exceso de alimentos saludables pero calóricos: Alimentos como las nueces, almendras, aceites, pescado azul, aguacates, comparten ciertas características. Todos son muy saludables y protegen nuestro corazón, gracias a su gran contenido en ácidos grasos como el omega 3. Sin embargo, todos son alimentos con una gran carga calórica y consumirlos en exceso puede incrementar nuestro peso o evitar que adelgacemos.
Necesitas más fibra: Generalmente no consumimos la fibra que deberíamos y como consecuencia tenemos problemas de estreñimiento, gases, e hinchazón.
Otra ventaja de consumir alimentos ricos en fibra es que te ayudaran a mantener a raya el hambre gracias a su poder saciante.
No te saltes comidas: En la medida de lo posible intenta hacer 5 o 6 comidas. Esta comprobado que si repartes lo que comes a lo largo del día, tendrás menos sensación de hambre y asimilaras mejor los nutrientes sin que se depositen en forma de grasa.
Cenas como un rey en vez de como un mendigo: La cena ha de ser una comida ligera. Durante la noche nuestro metabolismo se enlentece, por lo que la digestión de los alimentos es más lenta e ineficaz.
Si no duermes suficiente engordas: Cuando dormimos menos de 7h aumentan los niveles de dos hormonas (grelina y leptina) vinculadas al aumento de la sensación de hambre. Así es que cuando dormimos poco, tenemos más ganas de comer durante todo el día.
Disfruta de cada bocado: Comiendo lentamente digerirás mejor los alimentos y también te sentirás satisfecho con mucho menos comida. La sensación de pesadez que aparece una vez terminamos de comer, en gran medida viene dada por haber ingerido mucha cantidad de comida en un lapso de tiempo muy corto.
Dieta y ejercicio físico van de la mano: ¿Pretendes adelgazar y luego no recuperar los kilos perdidos? Entonces es imprescindible que incorpores el ejercicio en tu vida cotidiana.
Si la grasa que quieres hacer desaparecer es localizada, antes de conseguirlo, deberás sudar la camiseta para ello y lo digo en el sentido más literal.
Recuerda que el ejercicio físico no solo es un trampolín para lucir “tipazo”, sino que estarás contribuyendo a mejorar todos los sistemas de tu cuerpo, incluyendo el cardiovascular, musculo-esquelético, inclusive el sistema inmunitario! Y por supuesto con las endorfinas que generas al practicar deportes, te sentirás más feliz. ¿Aún te lo estas pensando?
Fuente imagen: www.xcitingclub.es