Cuando una mujer está embarazada no puede evitar soñar en lo que será el inicio de su maternidad, llegando a casa con el bebé en brazos para vivir una experiencia perfecta como madre recién estrenada. Podemos decir que estamos ante el primer error de una madre primeriza.
Cuidar a un bebe que llora, tiene hambre y hay que cambiar constantemente no es, ni mucho menos, una situación idílica, y mucho menos cuando la madre acaba de dar a luz, y aun está cansada y dolorida por el parto.
Si el primer error de una madre reciente es soñar con una maternidad perfecta, el segundo es no pedir ayuda cuando no está en condiciones de cuidar a su recién nacido, tanto por inexperiencia como por agotamiento.
Errores de madre primeriza
Pero, además de estos errores generales, es importante señalar algunos errores concretos que muchas madres primerizas cometen por su inexperiencia, y que solo consiguen crear incomodidades en el bebé.
Una de las equivocaciones de muchas madres recientes es obsesionarse con la higiene. Es evidente que es esencial mantener unas normas básicas de limpieza, pero de aquí a esterilizar obsesivamente todo lo que rodea al bebé hay un mundo. No hay que olvidar que si un niño no está en contacto con las bacterias normales, no podrá desarrollar sus defensas. En el mismo sentido, tampoco es bueno evitar que la gente coja al niño en brazos o le bese, por miedo a que le contagie alguna enfermedad.
En su deseo normal por proteger al niño, también muchas madres intentan mantener su casa completamente en silencio cuando el niño duerme. Esto, que en un principio puede parecer normal, acaba convirtiéndose en un gran error, porque el niño se acostumbra a ello, y después ya tendrá que ser una obligación para que el niño duerma.
Otra de las cosas en las que muchas madres recientes se equivocan es cambiar de pecho al bebé mientras mama, y antes de que acabe de vaciar el que está tomando. En una lactancia correcta, el niño debe mamar y vaciar ambos pechos.
Más errores de madre reciente
Pero estos no son los únicos errores que cometen las madres primerizas. De hecho, una mujer recién parida tiene que aprender muchas cosas antes de considerarse como una madre con conocimientos suficientes como para poder 'volar' sola en la maternidad.
Otra de las grandes equivocaciones de las mujeres que acaban de tener un hijo es abrigar demasiado al recién nacido. No por ponerle más ropa a un bebé se le cuida mejor. De hecho, los médicos insisten en que demasiada ropa puede provocar una asfixia en el niño, así que hay que tener en cuenta que, en casa, con un body y un pelele estará perfectamente vestido.
Y acabamos con uno de los errores más frecuentes - y, por otra parte, normales - en las madres primerizas: ofuscarse en seguir al pie de la letra los consejos de la abuela. Aunque muchas veces sus consejos son importantísimos, no podemos olvidar que los tiempos cambian, y que los pediatras son los que mejor conocen lo que le conviene a un bebé.