Revista Libros
Los escritores que crean a una hora predeterminada
Publicado el 15 octubre 2013 por Mediasmentiras @mediasmentirasPablo Ruiz Picasso, malagueño universal y gran creador, decía eso de que "la inspiración existe, pero te debe encontrar trabajando".
Totalmente de acuerdo. No creo que sea el único que pierde "brillantes" ideas al cabo del día porque llegan cuando estás en el proceso de duermevela en la cama, en la ducha, en el peluquero, con 4 rones en la barra del bar o en misa. Bueno esta última opción no suele pasarme.
Muchas veces se puede resolver escribiéndolo en el smartphone, pero la mayoría de las veces quedan en el cajón mamón e inmisericorde del olvido, como aquellas chicas que conociste a las 5 de la mañana y que te dieron compañía y amor por un rato hasta el alba.
Es curioso, pero leo a muchos escritores eso de "a las 20 horas me voy a escribir que hoy tengo que hacer un capítulo". Con sus santos cojones, como el que curra en cadena y sabe que va a elaborar 200 piezas para los asientos de un coche.
Si eres de estos privilegiados escritores déjame que te diga una cosa: "¡eres un puto farsante!".
Dejando de lado el postureo tan manido en el mundo de la pluma de narrar los procesos creativos como el que quiere hacer partícipes a los demás de su gran don (puro ego, en ocasiones ciego), si eres de los escribes desde las 20 a 22 horas todas las noches un capítulo, con rutina, sin fallar un día, tengo que decirte que no te creo.
Puede que seas como Lope de Vega, es decir, que escribas 500 obras (la mayoría bazofias). que tengas una corte de negros que te lo escriban o que te salga efectivamente ese capítulo por día. Si eres un genio de los que puedes pertenecer a esta última matización te rindo pleitesía, pero con los dedos de la mano cruzados.
Triste,¿no?. Triste que lo que diferencia a los creativos de los trabajos rutinarios se pierda por un encorsetamiento tan poco atrayente como tramposo.
Serás un vulgar currito (mis respetos a los curritos, cada vez mayores) que quiere "provocar" que le venga la inspiración, serás preso de la rutina, te pondrás mono azul y tus guantes de seguridad. No puedes ser bueno, no puedes hacer nada válido, no te creo.
Siempre habrá palmeros que se me tiren al cuello con la rabia del que comparte genes con los perros sarnosos y no sepa diferenciar el idolatrar a un escritor con el creerse todo lo que te digan.
Los procesos creativos no se provocan, nunca, no tienen horario, no "fichan".
Cierto es que se puede preparar una atmósfera adecuada, en tu cuarto, sin ruidos ajenos, buena música, meado y cagado bien, con bebida cerca, cenado, el Facebook cerrado y con ropa cómoda.
Con todos estos desencadenantes puedes crear un día, una semana, varias, pero ¿TODOS los días un capítulo en dos horas? ¡no me jodas! ¡insincero!.
Repito que puede darse el caso, siempre hay excepciones que confirman la regla. Si eres de esos y da la curiosa casualidad que lees esto te diré una cosa : no te envidio.
En todo proceso creativo existen variantes que dificulta el mismo como son la observación de moscas volando, los preliminares,la procrastinación, la improvisación, los agentes externos, las llamadas de móvil, los partidos de la Selección o la película de Coixet, los niños corriendo por el pasillo, el café debajo de tu casa...
No admiro vuestro rutina, más bien la detesto, convierte a los escritores en jornaleros.
Puestos a elegir me quedo con mis lagunas mentales, mis etapas de sequía y mis imperfecciones.
Los perfectos sois terriblemente aburridos.