Los partidos políticos españoles y sus miembros se comportan como enemigos de la Constitución y la violan y maltratan con frecuencia. Hipócritamente, un día cada año, el 6 de diciembre, rinden homenaje a su víctima y de esa manera se burlan de los ciudadanos y constatan que la democracia y la decencia están ausentes de la política española. Las violaciones a la Constitución española son muy numerosas. Hay más de medio centenar de artículos ignorados o violados por los gobernantes. La primera y más fundamental violación es que el pueblo, descrito en la Carta Magna como "soberano", ha sido expulsado de los procesos de toma de decisiones, privado de libertades y derechos y marginado de la vida política, en la que únicamente participa cuando vota. La política, en España, es un sucio monopolio de los políticos y de sus partidos, que, violando gravemente la Constitución, se han convertido en dueños absolutos de un país en el que ya no existe la democracia y está saturado de políticos profesionales, atiborrados de dinero, privilegios y ventajas. ---
El mandato de los españoles es que los políticos cumplan la Constitución y esta dice que el "soberano" es el pueblo. El que ha sido votado por el pueblo tiene un imperativo legal, que es representar al votante, no al jefe de su partido.
La separación de poderes, vital para que exista la democracia, es una estafa porque los partidos han metido sus sucias manos en la Justicia y han convertido la Cortes españolas en un corral de esclavos domesticados, incapaces de debatir y de analizar las necesidades de España porque sólo pueden decir lo que les ordenan sus partidos.
Pero ese desprecio al pueblo y sometimiento de los llamados representantes del pueblo a sus partidos no es la única violación de la Constitución española, aunque sí una de las más graves. Se viola la Constitución cuando los políticos anteponen el interés propio o de sus partidos al bien común, cuando se cobran impuestos esquilmadores, cuando se roba y se despilfarra el dinero público, cuando se abren las puertas a la corrupción, cuando se falsean las contrataciones públicas y concursos, cuando se miente, algo que el gobierno hace a diario, cuando se impide la libertad de prensa, cuando se acosa a la verdad, cuando se cortan las alas a la sociedad civil, cuando se eliminan derechos y libertades garantizados en la Ley de Leyes y cuando los partidos, en lugar de ser democráticos, funcionan como organizaciones viciosas, totalitarias y verticales, en manos de líderes-caudillos.
El artículo 47 de la Constitución Española dice que "todos los españoles tienen derechos a disfrutar de una vivienda digna y adecuada", pero hay decenas de miles de españoles sin hogar, malviviendo en las calles.
La Constitución dice que todos los españoles somos iguales ante la ley, pero hoy miles de casos de privilegiados que ni son juzgados ni pisan la cárcel, a pesar de ser autores de delitos muy graves. Jordi Pujol es uno de ellos, pero hay miles, casi todos políticos, que son los "nuevos amos" de España.
El artículo 51 de la Constitución Española, el que establece que los poderes públicos garantizarán la defensa de los consumidores y usuarios, es uno de los mas violados y vilipendiados,
La misma Ley Electoral vigente es un ejemplo brutal de Constitución violada porque beneficia a los nacionalistas e impide que el voto de cada ciudadano valga lo mismo.
El Artículo 21 reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas, sin que el ejercicio de este derecho necesite autorización previa, pero los gobiernos exigen un permiso para manifestarse.
El artículo 155 de la Constitución española de 1978 dota al Estado de un mecanismo coactivo para obligar a las comunidades autónomas que incumplan las obligaciones impuestas por la Constitución española u otras leyes, o que atenten gravemente contra el interés general de España, al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o a la protección del mencionado interés general. Sin embargo, en Cataluña la Constitución prácticamente no existe y ni siquiera se cumplen las sentencias de los altos tribunales, y eso se hace con el consentimiento del gobierno de Pedro Sánchez, cuyo respeto por la Constitución es nulo.
La figura del Defensor del Pueblo, regulada en el articulo 54 de la Constitución, es otra burla a la Carta Magna. El defensor, cuya misión es defender a los ciudadanos frente a los poderes públicos, es elegido por los políticos y responde sólo ante los políticos, lo que desvirtúa y envilece su misión constitucional.
Podríamos comentar por lo menos otro medio centenar de artículos constitucionales que son violados de manera constante en España, pero este artículo se convertiría en una tesis doctoral.
Estos hipócritas que huy celebran la Constitución son violadores pertinaces de ese documento básico, clave como guía de la política y la convivencia.
La instauración de la mentira, la opacidad, la desinformación, la manipulación y la compra de periodistas y medios es otra flagrante violación del derecho constitucional a informar y a ser informados verazmente. La compra descarada de votos con dinero público, además de una violación de la Constitución es un delito, pero el gobierno lo hace a diario.
En fin, hoy, 6 de diciembre, en lugar del "Día de la Constitución" deberíamos celebrar, en justicia, el "Día de los violadores de la Constitución", que son los políticos corruptos y sinvergüenzas.
Francisco Rubiales