En Oradour-sur-Glane, en la tarde del 10 de junio de 1944, 642 personas, entre ellas, más de 200 niños, fueron asesinadas por una unidad perteneciente a la División SS Das Reich, al mando del SS-Sturmbannführer Otto Dickmann, en su camino al frente, en Normandía. El pretexto era que en la población se escondía armamento de la resistencia.
De los niños, tan solo uno de ellos logró salvarse. Ese día tocaba vacunación y todos se encontraban en la escuela.
Tras separar a los hombre de las mujeres y los niños, los hombres son ametrallados y luego quemados. La mujeres y los niños son encerrados en la iglesia donde son asesinados disparando su ametralladoras a través de las puertas de madera, tirando granadas de mano al interior. Después incendian el edificio.
Cuando se pudo sofocar el incendio, el espectáculo era dantesco. Había cadáveres de bebés dentro del confesionario, escondidos por sus madres en un intento desesperado por protegerlos. Había cuerpos quemados y desmembrados por las explosiones de las granadas. Otros murieron asfixiados, aplastados o cocidos por las altamisas temperaturas que se alcanzaron en el interior de la iglesia. Apenas una cincuentena eran reconocibles.
Entre las victimas se encuentran varias familias españolas.
Los españoles que vivían en la población francesa tienen todos en común que habían abandonado España tras el triunfo de las tropas sublevadas contra la República. Habían pasado por los campos de concentración franceses en el que habían sido recluidos, tras pasar la frontera. La mayor parte de ellos habían sido trasladados hasta Oradour-sur-Glane para que los hombres trabajaran, inicialmente en la cantera y luego en diversas fábricas y explotaciones en los grupos de trabajo de extranjeros.
En 1944 las familias españolas ya estaban plenamente integradas con la población francesa, aunque para el cura de la localidad eran unos ateos "hijos de Satanás" que nunca acudían a la iglesia.
Sus nombres aparecen en el memorial erigido en el cementerio de la población de Oradour-sur-Glane.
Según los datos del Foro por la Memoria de Guadalajara, los españoles son: las hermanas Emilia y Angelina Masachs, de 11 y 8 años, de Sabadell, Carmen Silva, de 39 años, de Bilbao, que estaba casada con un francés y cuatro familias.
La familia Gil Espinosa. Formada por matrimonio Francisco Gil Egea y Francisca Espinosa y sus hijas Francisca y Pilar, de 14 años. Además de la familiar Carmen Espinosa Juanos que tenía 30 años. Todos de Alcañiz.
La familia Serrano Pardo eran José Serrano Robles y María Pardo, junto a sus hijas Armonía de 3 años y las gemelas Esther y Paquita de un año. Las tres nacieron en Francia.
Placa colocada por el gobierno de la República en 1945
La familia Lorente Pardo. Llegaron de Barcelona y eran Antonia Pardo, de 29 años y su hijos Nuria de 9 años y Francisco de 11.Tambien procedentes de Barcelona estaba la familia Téllez Domínguez. Los padres eran Domingo Téllez y María Domínguez y sus hijos Miguel, de 11 años, Armonía de 8 años y Liberto, de dos años, que nació en Oradour.
Las victimas españolas de Oradour-sur-Glane no han recibido ningún homenaje del estado español en democracia. Solo fueron homenajeados en 1945 por el gobierno de la República Española en el exilio.
Para saber más:
UNED
Foro por la Memoria de Guadalajara
Federación estatal de Foros por la Memoria
El diario
El País
Proceso