Si todavía no hemos salido de España (o no hemos tenido demasiado contacto con extranjeros) y alguien nos pregunta cual es el sonido más característico del idioma español, tendemos a responder por supuesto, la J, la j de jamón. Nuestra j no es sin embargo un sonido tan exclusivo como imaginábamos, ya que está también presente en idiomas como el holandés o varias lenguas de oriente medio.
Sin embargo, existe otro fonema que si nos diferencia del resto de idiomas e incluso va más allá, diferenciándonos de los hispanohablantes de Sudamérica: la Z. Y es que este sonido, sobre el que jamás nos hemos parado a pensar, y que nosotros no calificaríamos en absoluto como extraño o feo, es el atributo más característico del español (de España) para oyentes foráneos, y al parecer produce una forma de hablar bastante jocosa a ojos de muchos de ellos.
Aparentemente, el efecto que producimos es el mismo que tiene en nosotros el discurso de un ceceante (es decir, aquel que por un defecto del habla transforma todas las eses en zetas). Parece de hecho que muchos ignoran el hecho de que también poseemos el sonido s como fonema independiente de la z. Para ilustrarlo, este monólogo gracioso de un americano (para los que entendáis inglés):
Buenaz tardez zeñor??? Ja ja ja, parece que el gato con botas de Antonio Banderas nos ha hecho más dano del que creíamos!
Comentando un poco un vídeo, no es la primera vez que escucho la leyenda urbana de que en principio todos hablábamos con la S, pero cuando subio al trono espanol un rey ceceante, los aristócratas adoptaron esta forma de hablar para no ofender al susodicho rey, e imitando esta moda, el país entero pasó poco a poco a hablar con la zeta. Como historia la verdad es que no tiene precio, y no es de extrañar que a nuestros amigos sudamericanos se les haya ocurrido semejante idea viendo el careto de algunos de nuestros Austrias:
Yo zoy Felipe cuadto
Y yo Carloz zegundo
Aunque estos señores probablemente cecearan, no es así como surgió la z en el español. Los fonemas c y z evolucionaron parejamente a partir del latín, perdiéndose posteriormente en uso de la z en determinadas zonas. De hecho, si los súbditos españoles hubieran elimianado la s para no ofender a un monarca incapaz de pronunciarla, a día de hoy hablaríamos sólo con la z, como el cómico del vídeo.
Pero no todo es malo, ya que si bien algunos nos ven como ceceantes, para otros tenemos una ese tremendamente sensual. Si, habéis oído bien, la ese. Parece ser que este fonema, que si existe en la mayoría de los idiomas, es articulado por nosotros de un modo ligeramente distinto, aunque a nuestros oídos (o al menos a los míos) esto resulte imperceptible. Y esta es una de las claves del éxito de Miguel Bosé en Italia (no lo estoy diciendo en broma). Si no me creéis, decidle a un amigo sudamericano que imite la pronunciación española, y comprobaréis que muchos de ellos hacen especial hincapié en la pronunciación de las eses.
Y eso ha sido todo por hoy. Cosillas que va aprendiendo uno cuando emigra. Erais los españoles conscientes de estas diferencias? Y a vosotros, los latinos, os resulta tan fea la C? Y tan diferente la S? Comentad lo que os apetezca y no os olvidéis de colaborar con mi página.