En el 3899 de la calle Rivadavia, Buenos Aires, se encuentra el tradicional café Las Violetas. Allí están reunidas, quizás las tres personas más importantes en todo el mundo. Están sentadas a una estrecha mesa frente a la tradicional barra con apliques de bronce y caoba lustrada. Conversan con naturalidad y toman café, pero hacen un notable esfuerzo por ignorar el reflejo que les devuelve el enorme espejo de la barra. Saben muy bien que en lo profundo del transfigurado mundo de los espejos, vive algo que es inefable y tan antiguo como el tiempo mismo. Que observa en silencio a las mudas marionetas que lo visitan a diario mientras se relame y espera paciente a ser liberado. En ocasiones, se lo puede sentir en el aire, como un sutil cambio en la atmósfera que nos rodea. Es como la suave presión que provoca el rose de una mirada velada. Se eriza la piel, sentimos escalofríos y por un segundo se nos congela el alma. Todos lo hemos experimentado alguna vez cuando frente a un espejo, nos perdemos en las profundidades de nuestra propia mirada, o cuando contemplamos nuestra imagen durante tanto tiempo, que finalmente se nos antoja extraña y lejana.
La verdadera naturaleza de los espejos fue olvidada ya hace mucho tiempo. Hoy en día, solo quedan tres personas en el mundo conocedoras del secreto que ellos guardan. Se trata de: la bibliotecaria Alejandra Sarka de Praga, el obispo, Hugo Esteban Puigdemont de Barcelona y el luthier, Víctor Alejandro Ladee, de Argentina. Ellos tienen algo en común, son Borgeanos, conocen a la perfección toda su obra. La obsesión que Jorge Luis Borges sentía por los espejos y por los infinitos, no eran conceptos casuales y se repiten en muchos de sus trabajos. Fue Víctor, quien insistió en la reunión de esta madrugada en el café Las Violetas, pues asegura haber encontrado la ubicación de las siete palabras que se sospecha, el celebre escritor, dejó enterradas en algún profundo lugar de su obra. Las siete palabras que pueden abrir las puertas de esos mundos invertidos.
Continuara… Espero tus comentarios, sugerencias y votos para escribir la segunda parte, Gracias.