En Semana Santa, en gachupilandia, algunos piensan en ir a misa, procesiones y chorradas similares; otros se dividen entre campo y playa (o incluso nieve); pero hay gente que como vive en playa, en los últimos años se tiene que dedicar a recibir guiris a punta pala y a aguantar sus borracheras y meadas en paredes. Concretamente hay un par de pueblos que están en la costa y cuyos habitantes no saben que hacer con los guiris, teniendo divididas sus opiniones; unos porque los guiris son unos guarros de primera y les dejan el pueblo perdido de meadas y potas, otros porque los guiris se gastan unos buenos eurillos y dan curro a cuatro gatos (que a como está la cosa, el que cuatro gatos curren es todo un logro). Pero esa moda es en Gachupilandia, ¿Qué es lo que pasa en México? Veamos.
En México no tenemos a los guiris, pero tenemos a los gringos, que también hablan en inglés, no vienen con unas pocas libras que cambian por muchos euros, vienen con pocos dólares que cambian por muchos mas pesos. En lugar de llegar a Salou, llegan a Acapulco, así que como podéis apreciar las similitudes son bastantes.
Estos espringbreikers reciben el nombre porque en los estados juntitos, los estudihambres suelen tener unos días de descanso antes de encarar la etapa final de los cursos en las universidades, algo que ellos llaman Spring break, o en cristiano romper la primavera... que si no nos vamos tan a lo literal en su traducción sería algo así como descanso de primavera.
Los gringos, a diferencia de España, tienen muchas décadas llevando a cabo esta práctica, hacen los mismos desmadres, mean por todas partes y se encueran de igual manera. Supongo que algún guiri habrá participado en una de estas "verbenas" y se les habrá ocurrido la idea de hacer lo mismo con los gachupines, que a fin de cuentas también son morenitos, bajitos, hablan español y andan con los toros a vueltas; así que asumen que el asunto debe ser muy similar, y en España no les sacamos del error, porque vuelven los tíos a Guirilandia con su megasombrero mexicano hecho en china y comprado en Benidorm.
Aparte de que con unos dólares compras muchos pesos, otra de las razones por las que los gringos vienen a México es porque en EEUU la edad mínima para comprar y consumir alcohol es a los 21 años, cuando en México, a partir de los 18 ya puedes ponerte como un cristo de borracho de manera totalmente legal. Por ello es muy común que los fines de semana la frontera mexicana se llene de gringos jóvenes que vienen a beber alcohol, cosa que no pueden hacer en gringolandia. Sin embargo es en Semana Santa cuando mas se acercan a México, y no solo a la frontera, sino que se deciden viajar hasta Acapulco para aprovechar la playita y el buen tiempo.
En México solemos recibir a estos gringos con los brazos abiertos, porque los tíos sueltan dólares como el que se suelta un peo, y para nosotros esos peo... esos dólares son muchos pesos. Pero sobre todo se recibe a las gringas, porque vienen desbocadas, como cuando tienes a un perro encerrado una semana y lo dejas salir de repente a la calle. Las tías se ponen unos pedales acojonantes, y ya estando en ese estado de ebriedad, se desinhiben totalmente, y no dudo que mas de una termine en otro estado... en el de buena-esperanza. Como en México no estamos tan acostumbrados, muchos aprovechan para irse en estas fechas a las zonas donde se sabe que irán los gringos y ver si pueden pillar cacho con una "gringa güera", aunque no se bien porque yo una vez fui a ver si pillaba algo y nada de na.... digooo un colega fue y me dijo que nada de nada.
Una práctica que se ha puesto de moda en Acapulco y zonas "esprinbreikeras", es que los tíos llevan varios de esos collares de plástico comprado en los chinos, y si una tía les enseña las tetas así en plan de repente y en medio la calle, el tío le regalará uno de sus collares, así que tira a comprar collares y a quedarte sin ni uno.
Aquí todavía no se ha puesto de moda eso del "balconing", mas que nada porque las piscinas no suelen tener mucha profundidad y pocas veces están tan cerca de los balcones, con lo que aun andando pedos se dan cuenta que la hostia contra el suelo puede ser mayúscula.
En fin, que los chavales aprovechan que en México no los conoce mas que los cuatro colegas con los que vienen para hacer lo que en su casa ni se les ocurriría, porque invcluso aunque salgan en la primera plana del periódico, sus padres ni se iban a enterar.