En Theresienstad se intentaba mantener a los niños entretenidos con juegos, actividades educativas y dibujos con el fin de ocultar a los niños el horror de su situación. De los 15.000 niños que pasaron por este campo de transito, aproximadamente el 90% murieron en los campos de la muerte.
Muchos de los dibujos han llegado hasta hoy debido a que los nazis usaban los más "alegres" como un modo de demostrar al resto del mundo su supuesta humanidad. Sin embargo, los dibujos muestran claramente la tristeza de las víctimas y sólo unos pocos están sonriendo.
Malvina Lowova, asesinada a los 12 años, dibujó a su familia siendo deportada por guardias armados con granjeros amenazándolos.
Vilem Eisner, muerto a los 13 años, dibujó una de sus lecciones en el dormitorio.
Helga Weissova, de 14 años cuando fue liberada, retrató el cuarto de las mujeres antes de la inspección de Cruz Roja.
En el Reino Unido se exhibirán estos y otros 40 dibujos cedidos en préstamo por el Museo Judío de Praga.Fuente:
BBC
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