Nos gustan las semanas como la que está por venir, cinematográficamente hablando, nos referimos. Recuperar la ilusión por el cine de aventuras puede ser un buen aliciente para acercarse a las salas la semana que viene. Se estrena ‘Tintín’. Sí, sí, ese personaje de cómic que es clavadito a Koeman (un defensa del Barça, para los que no tengáis memoria). También ‘Eva’ y eso si que es algo que merece la pena resaltar.

La semana se abre con una comedieta romántica, que sinceramente, no merece ni las líneas que le estamos dedicando para desprestigiarla por mucho que hayan engañado al Capitán América para hacerla y salga Sylar (Zachary Quinto). ‘Dime con cuantos’ se llama el asunto.
El cine francés nos regala dos perlas muy propias del país vecino. De ‘Tímidos anónimos’ ya os hablamos hace unas semanas, pero de ‘El niño de la bicicleta’ os podemos decir que es un cuento moderno que examina la necesidad de tener a alguien cerca con un gusto exquisito. Sin dramatismo superfluo, recordándonos a títulos como ‘Once’ o ‘Somers town’ que le aportaban el frío y sobrio toque anglosajón.
‘Criadas y señoras’ tiene muy buena pinta (en serio) aunque tal vez no para una sesión nocturna de viernes por la noche, pero si para hacer un poco de ejercicio cinematográfico del bueno. Bien rodada, mejor escrita y con especial acierto para no pecar de excesivamente sensiblera.
También os recomendamos que le echéis un vistazo a ‘Semilla de maldad’. Húngara, oscura, fría, retorcida como un clavo en una madera vieja. Lo siento pero huele a Dostoievski, a remordimientos, pero sin perdón.
Pero desde aquí nos quedamos con dos opciones que nos trasladan a la adolescencia y a las primeras películas de Indiana Jones. A las argucias visuales y surrealistas de ’Blade Runner’. Lo decimos porque ‘Tintín: El secreto del unicornio’ puede provocarnos el estimulante y divertidísimo reencuentro con el cine de aventuras, “como Spielberg manda”. Peter Jackson también está en el ajo, como sabéis, y encima es 3D…
Pero ‘Eva’, tiene algo más. Parece salida de la mente de Philip K. Dick y escrita para ser dirigida por Kubrick. La película, que recorre con sutileza varios géneros y se plasma en un íntimo y poético recurso fílmico que abre las puertas para que la imagen supere a la realidad. Por una vez. Tierna, robóticamente fría, como su entorno y sus preguntas sin respuesta. Merece la pena ver su ambientación retro, para contener la explosión cibernética de su contenido argumental.
Estupenda ópera prima de Kike Maillo, que demuestra como el cine español no es un elemento a criticar sino a proteger, por su continua renovación y evolución. No todo son dramones y Torrentes.
