Acertada viñeta de Montoro; la okupación, con “k” por supuesto, antes se llamaba robo. Hubo quien calificó a ETA como grupo con métodos modernos de lucha; quiero recordar que la cosa de las pistolas viene inventada de hace tiempo, aunque no dispusiesen de puntal láser y otros adminículos que mejoran su eficacia destructiva. En Gijón hay dos naves industriales gemelas, ambas propiedad de transportes Gil; en la primera, la más antigua, figura exactamente lo señalado antes, mientras en la segunda se rotula eso de “logística” y muestra debajo una dirección de correo electrónico. En España llamamos “conflicto vasco” a que un grupo de separatistas radicales y totalitarios, se dedican a extorsionar a empresarios y pegar tiros a quien piense de modo diferente al suyo que, por supuesto, es el correcto. Amando de Miguel se refiere al “politiqués” como esa suerte de jerga ampliamente utilizada por nuestros servidores públicos profesionales, que tienen poco de eso precisamente, de servidores. Blanco inventó el “conceto” y D. Mariano, por su defecto de dicción, pronuncia las “eses” sin demasiado acento gallego, que ya es difícil. La ocupación está tipificada en el código penal y la liberación del inmueble para preservar el orden establecido, debería de ser la norma en este tipo de asuntos, por encima de la conveniencia política y la intención electoralista de las medidas. Dinamarca, uno de los países más avanzados del mundo, así lo entendió en su momento, pese a las protestas y revueltas callejeras que hubo y que ya pasaron, conservando el respeto a unas normas que son beneficiosas y necesarias para una adecuada convivencia.