Revista Cultura y Ocio

Los exámenes sobre libros en el instituto

Publicado el 18 enero 2017 por Carmelo Carmelo Beltrán Martínez @CarBel1994
Puede que esté bastante estresado por la universidad y que hablarle a una cámara se haya convertido en una especie de terapia para soltar todo lo que me aflige por dentro. Es también bastante posible que lleve demasiado café encima y que tenga una necesidad imperiosa de hablar, pero, seguramente, la principal razón por la que estoy haciendo esto es que se vienen exámenes y trabajos encima de la carrera y, por alguna razón, algún Dios ha puesto en mi mente el recuerdo de los exámenes de los libros que me mandaban leer en el instituto en portada.
Los exámenes sobre libros en el instituto

LOS EXÁMENES SOBRE LIBROS EN EL INSTITUTO


No voy a entrar a valorar si los libros que mandaban leer en el instituto eran acertados o por otro lado eran una herramienta de destrucción masiva de potenciales lectores muy eficaz, ya que para eso tenéis un post en el blog y pronto habrá también algo en el canal, sino que vengo a hablaros de lo mal que estaban planteados todos esos exámenes a los que nos hemos tenido que enfrentar en nuestra etapa en el instituto, y cada vez con más frecuencia conforme se acercaba la selectividad (que ahora ya no sé ni lo que hay, la verdad). Y es que, ¡los exámenes estaban hechos para no leer los libros!
Un saludo a Mercedes y Carmen si me están viendo. Yo leía los libros, lo prometo, pero hacía falta hacer otras cosas para aprobar los exámenes. ¡Leerlo era secundario!
Mi forma de afrontar estas lecturas era siempre igual. Yo cogía el libro y me ponía a leerlo de cabo a rabo, y en muchas ocasiones incluso dos veces (nunca se me olvidará el día que me había comprado mi eReader y se me prohibió llevarlo a clase para leer, pues tenía que ser la versión de papel CASI 10 EUROS MÁS CARA), pero claro, es que simplemente con leerlo dos, tres o diez veces no bastaba, pues las preguntas no iban a bordear el argumento o los personajes, sino relacionarlo con las corrientes literarias, motivaciones del escritor, interpretaciones que ha hecho la crítica, elementos intangibles que nadie ve pero que eruditos del tema han plasmado en un libro… Vamos, que todos acabábamos acudiendo a El Rincón del Vago y demás para hacernos con las respuestas sobre las corrientes, con los trabajos que desgranaban cada capítulo, con esos ensayos en los que se mostraban las motivaciones y en los que unían todo con la teoría…

Leer el libro era prácticamente secundario. Con estudiarte esos temas era suficiente, todo lo demás no valía para nada.
Mención especial al año que nos hicieron leer las dos partes de El Quijote del principio hasta el final para luego examinarnos. Yo tengo que decir que me lo leí entero porque no me disgustó (tampoco vamos a decir que me parezca la novela más espectacular de la historia), para que después no cayese ni una sola pregunta relacionada con el contenido. Que si cosas de Cervantes, que si la crítica que se hacía… ¡Pero nada para lo que fuera necesario leerse las mil y pico páginas que nos tuvimos que leer! Mira que encontramos hasta resúmenes de los capítulos más importantes en internet y nos los estudiamos, pero lo que fue determinante fue todo lo relacionado con la esfera que lo rodeaba. En fin, que saqué un 10. Nunca se me olvidará.
Con este vídeo solo quiero hacer un llamamiento a que es necesario cambiar los métodos de examen. Se premia al que busca en internet y se memoriza dos páginas y no al que lee. Y bueno, que yo me vuelvo a estudiar, porque por mucho que busque en internet sobre Derecho de Sociedades, no creo que ningún ángel venga a aprobarme el examen.
Carmelo Beltrán@CarBel1994

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