Los expertos analizan los sistemas para luchar contra la Legionella ante el brote registrado en Madrid

continúan los análisis por si aparecieran más focos.
Son ya 3 los fallecidos y una cuarentena los afectados por el brote de legionelosis en Madrid, una enfermedad bacteriana que puede adquirirse tanto en el ámbito comunitario como en los hospitales, denominándose entonces "nosocomial". La de ámbito comunitario está asociada fundamentalmente a los sistemas de enfriamiento evaporativo como las torres de refrigeración; la nosocomial, por su parte, surge porque la bacteria se puede encontrar en los sistemas de agua caliente sanitaria y agua fría de consumo humano. Las duchas o aquellas maniobras que pueden dar lugar a microaspiración de agua se han asociado a casos nosocomiales de legionelosis.
La Legionella se encuentra habitualmente en el agua y solo cuando prolifera en exceso y existe un mecanismo de propagación adecuado pude dar lugar a casos de legionelosis. En la comunidad y, especialmente en caso de brotes, puede afectar a cualquier individuo, aun cuando son especialmente susceptibles los de edad avanzada, fumadores, con patología de base y/o recibiendo tratamiento inmunosupresor. De hecho, los fallecidos por este brote tenían 55, 90 y 73 años y la media de edad de los infectados por la bacteria de la Legionella es de 60 años, siendo el más joven de 30 y el mayor de 92.
Aproximadamente el 25% de los casos de legionelosis que se registran son de origen nosocomial, es decir, adquiridas en hospital. La mortalidad ronda el 20%, aunque puede ser mayor según las enfermedades de base de los pacientes, lo que hace que en el ámbito hospitalario sea especialmente conveniente la aplicación de medidas de protección complementarias para aquellos individuos con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Entre ellos se cuenta los pacientes de edad avanzada, con insuficiencia renal, diabetes, cáncer, EPOC, y personas sometidas a tratamientos inmunosupresores como la quimioterapia o los corticosteroides.
Por ello es especialmente conveniente la aplicación de medidas de protección complementarias en hospitales, residencias de la tercera edad, etc. donde se encuentran personas con mayor riesgo frente a la Legionella.
Para El Dr. Sabriá, catedrático de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, referente nacional e internacional en esta temática "la legionelosis nosocomial es una problemática real y probablemente infravalorada. La mayoría de circuitos de agua sanitaria de grandes edificios, y entre ellos, los hospitales, están colonizados por Legionella. Su presencia en el agua no implica un riesgo inmediato de enfermedad, salvo cuando se dan circunstancias de amplificación (aumento del inóculo bacteriano) y propagación adecuadas (inhalación y microaspiración). La prevención de esta problemática pasa por el conocimiento real de la misma, el seguimiento estricto de la normativa actual (RD 865/2003) y la aplicación de medidas de desinfección complementaria cuando sea necesario".
La normativa española establece criterios higiénico-sanitarios para la prevención y control de la Legionelosis (RD 865/2003), que pasa por un mantenimiento correcto de las instalaciones (sean de agua sanitaria o torres de refrigeración) y la aplicación de medidas de desinfección adecuadas: biocidas en las torres de refrigeración y calor y/o hipoclorito sódico en los circuitos de agua sanitaria.
La aplicación de filtros terminales (duchas y grifos) es muy recomendable en áreas que albergan enfermos de alto riesgo para el desarrollo de legionelosis, estando su uso contemplado en el Real Decreto 865/2003 y están. Asimismo, según el Dr. M. Sabriá "la utilización de agua estéril es obligada para muchas maniobras sanitarias que comportan riesgo de microaspiración, especialmente enfermos con alteraciones de la deglución (lavados de secreciones bucales en enfermos comatosos, lavado de sondas nasogástricas) y, obviamente, cuando se utilice para los equipos de humidificación, aerosolización o ventilación mecánica. En estos casos el agua filtrada (disponer de puntos de consumo con filtros absolutos para su obtención) puede ser una excelente alternativa".
Finalmente la normativa española establece también la obligatoriedad de disponer en el agua de aporte sistemas de filtración según la norma UNE-EN 13443-1.