Los extraños efectos que produce el amor

Todas las emociones y vivencias generan cambios en el cuerpo y el estado de ánimo, y el amor no es una excepción. Encima, está científicamente comprobado que los efectos que produce el amor son de lo más extraños.

En principio un equipo de científicos de la Universidad de Pisa (Italia) demostraron que las mujeres tenían alto su nivel de testosterona, mientras que los hombres registraban una baja en esa hormona. “En cierta forma los hombres se asimilaron a las mujeres y las mujeres se volvieron más semejantes a los hombres”, explicó Donatella Marazziti, una de las científicas que participó del experimento. La investigación se realizó sobre 12 mujeres y 12 hombres que se había enamorado hace seis meses y los resultados fueron sorprendentes.

Pero esta no es la única investigación al respecto. El University College de Londres afirma rotundamente que el amor puede “enceguecer” y afectar los circuitos cerebrales. Tal vez te suene a mentira, pero si lo piensas bien esta sea quizás la explicación de porque existe la conocida frase que dice: “El amor es ciego”. Por otro lado, según los científicos esta es la explicación de porque muchos enamorados no ven las fallas de su pareja.

Ambas investigaciones contribuyen a afianzar la idea de que el amor produce efectos extraños en las personas. De hecho, ya en 1999 un equipo de investigadores, también italianos, dedujo que enamorarse “desordenaba” ciertas sustancias químicas importantes para el funcionamiento cerebral. Entre esas sustancias afectadas se encontraba la serotonina, que se presenta en niveles muy bajos en personas enamoradas y en obsesivos compulsivos ¿pura casualidad? Para los expertos explicaría porque las personas tienden a obsesionarse con su pareja.

El amor es una droga

Otro estudio, esta vez llevado a delante por la State University de Nueva York, llegó a la conclusión de que el cerebro de alguien que está enamorado experimenta sensaciones similares al de alguien que está bajo el efecto de las drogas. 

El sistema que se utilizó para realizar el estudio fueron las resonancias magnéticas, a través de las cuáles se tomaron fotos de los cerebros de varios estudiantes que confesaron estar “perdidamente enamorados”. Los resultados revelaron reacciones cerebrales similares a las generadas por el dese de cocaína.

A causa de este efecto es que algunos expertos, como el doctor en psicología de la Universidad de Chile, Sebastián León, recomiendan que el amor se proporcione, como toda droga, con precaución. 

Por otro lado, revelaron que enamorarse es una necesidad biológica diferente a la atracción sexual. El perfil mental que se dibuja ante la necesidad de amor es similar al que se presenta cuando hay hambre, sed o necesidad de algún estupefaciente (en el caso de los drogadictos). Este perfil, que se activaba cuando se le mostraba al estudiante la foto del ser amado, se ubica en el extremo contrario del cerebro al que se vincula con la atracción física.

Otros efectos

El psicólogo Rodrigo Hagar señala que los “efectos colaterales del amor” dependerán de la personalidad, de la estabilidad emocional y, por supuesto, de la historia amorosa previa que tenga cada persona. A esto agrega una larga lista de los posibles trastornos que puede sufrir un enamorado.

Por un lado puede producir euforia. Esto quiere decir que la persona se dedica gran parte del tiempo a imaginarse el futuro y a construir sueños en el aire. Esto provoca una sensación de logro, que luego, si contrasta con la realidad, puede derivar en una fuerte depresión y descontento.

Sin embargo no todo es negativo. Estar enamorado también sube el autoestima y hace que la persona se sienta más cómoda consigo misma y con su sensualidad. En una relación a largo plazo, esto se vuelve un enorme beneficio porque la autoestima se convierte en confianza y en amor propio.

Otro aspecto positivo es que alivia el dolor. Al ser seres sociales que necesitan del otro, tener una pareja nos genera bienestar. Relacionarnos positivamente con otras personas genera un flujo sanguíneo al cerebro que ayuda a que se alivie el dolor emocional.

Hay otro efectos que se producen a nivel físico. Por ejemplo, cuando se está enamorado se suele caminar más despacio cada vez que se sale con el ser querido. Esto se debe a que la relación de pareja crea un espacio íntimo de ternura y delicadeza que permite aislarse momentáneamente del entorno caótico.

También al estar enamorado el tono de vos cambia y los latidos cardíacos se acompasan. Ambos rasgos tiene que ver con el despliegue de la ternura y de la intimidad en la relación. Ambos aspectos se vinculan estrechamente con el perfil infantil y juguetón que debe tener toda pareja, siempre dentro de los parámetros normales.

En el caso de los hombres, estar enamorado los hace sentirse más valientes y audaces. Esto se debe a la necesidad de demostrarle a su pareja que pueden cuidarla y protegerla.

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