Los actores Luis Tosar, Marta Belmonte y un recuperado Willy Toledo protagonizan "Los favoritos de Midas", serie de Netflix sobre un relato de Jack London, que dirige Mateo Gil
Acabo de ver con agrado "Los favoritos de Midas", la miniserie televisiva de seis capítulos realizada por Netflix España. Está dirigida por Mateo Gil. Son coguionistas de la misma Miguel Barros y el propio Mateo Gil. La serie se estrenó el pasado 13 de noviembre y está protagonizada en sus papeles principales por Luis Tosar en el rol de Víctor Genovés, Marta Belmonte como Mónica Báez, y Willy Toledo que da cuerpo al inspector Alfredo Conte. Junto a ellos un buen abanico de actores y actrices ponen en pie a todo un conjunto de seres que rodean a los tres anteriores formando parte de sus respectivos ámbitos, profesionales y de clase.
Víctor Genovés es el director de un periódico que languidece; su llegada al puesto de dirección ha sido toda una sorpresa para el consejo de administración: nombrado directamente por el anterior director fallecido inesperadamente en accidente de automóvil pese a su pericia como conductor.
Mónica Báez aparece al inicio de la serie en Siria donde ha sido convocada por una persona que le revelará datos importantes sobre la participación de la empresa que sostiene al periódico donde trabaja en el negocio de armas que tanto dolor está causando en ese país. Publicarlo o no hacerlo como parece querer por ejemplo el propio Genovés es para ella una cuestión de pura moral y deontología periodística. Entre ella y Genovés se iniciará una relación amorosa.
Mientras esto ocurre y al tiempo que el Consejo de administración intenta quitarle la silla al personaje de Luis Tosar, éste comienza a recibir una serie de cartas firmadas por unos autodenominados 'Los favoritos de Midas' solicitándole altas cifras de dinero. De no hacerlo matarán cada semana a una persona elegida al azar. Víctor Genovés al inicio ignora estos mensajes pero al producirse las muertes pone el asunto en conocimiento de la policía. Es aquí donde aparece el personajes del inspector Alfredo Conte muy bien realizado por el durante mucho tiempo desaparecido Willy Toledo. La verdad es que el personaje le va como anillo al dedo dado que el inspector comienza a cuestionarse si la acción niveladora socialmente, aparentemente pretendida por esa secta apellidada de Midas, no será algo necesario para combatir los abusos y desigualdades propiciadas por el Capitalismo.
No se puede decir mucho más de lo que sucede en los seis episodios que componen la miniserie salvo que se quiera destrozar el disfrute de ver el desarrollo de la trama. Sólo añadiré que de los tres grandes protagonistas creo que la que sale peor parada en la ficción pero también en la vida real como actriz es Marta Belmonte pues es algo difuso su papel en su relación sentimental y su papel actoral, que está bien, se me antoja -y sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo- como ciertamente mejorable.
El relato de Jack London
Ya desde los títulos iniciales se puede leer en la ficción televisiva que la misma está basada en un relato de Jack London de igual título. Que la altura literaria de todo un Jack London estuviese en la génesis de la serie me predisponía, ya de entrada, favorablemente a ella. Por eso nada más finalizada su visualización y dadas las zonas oscuras o poco claras que habían quedado en mí tras verla decidí ir a la fuente original: tenía que leer el relato en el que se basaba. Lo acabo de hacer.En principio la historia en cada relato se ubica en un tiempo y lugar diferentes:
- Mateo Gil sitúa la acción en nuestra contemporaneidad dentro de una supuesta Revolución Española, coincidente con otras en otros países consecuencia de la tremenda crisis económica. Este movimiento está conquistando las calles a base de protestas contra el Sistema dada la fuerte depauperación de las clases trabajadoras. Imposible no evocar en mi cabeza los momentos del 15-M del año 2011. Evidentemente no hay relación alguna entre la ficción y ese movimiento real, pero la ubicación en Madrid, las cargas policiales y ciertas imágenes de manifestaciones e incluso la fugaz aparición en imágenes de algunas tiendas de campaña me llevó a ello.
- Jack London, por su parte, ubica la acción en California, Estados Unidos, hacia la mitad de la década de los 90 del siglo XIX. Nada más comenzar el relato sabemos que Wade Atsheler acaba de suicidarse. El que fuera sucesor del magnate de los ferrocarriles urbanos, Eben Hale, antes de darse muerte ha enviado a su secretario John toda una serie de papeles en los que cuenta lo que sucedió a su antecesor, narración que sirve a su vez para explicar la suerte corrida por él mismo. Consisten estos papeles en una serie de cartas que Eben Hale recibió de un grupo que firmaba como Los favoritos de Midas. Los firmantes se dirigen a él con mucha educación aunque lo califican de "potentado"; por las cartas, por la reacción de su destinatario y por los comentarios del narrador sabemos lo que sucedió. En principio las ignoraron pues la petición de 20 millones de dólares parecía obra de un gracioso, una gracia de mal gusto, pero sólo eso. Sin embargo al irse produciendo con precisión de reloj suizo una serie de muertes anunciadas en las misivas la personalidad del Sr. Hale comenzó a cambiar y a evolucionar. En estos mensajes los autodenominados Favoritos de Midas manifiestan su desacuerdo con el estado socioeconómico del mundo que los ha excluido totalmente del disfrute de sus prebendas. Entienden que esto ha sido así por una supuesta ley de selección social que ha funcionado desde el origen de la historia. Pero ellos ahora quieren participar en la fiesta por entender que son más aptos que los de la clase representada por el señor Hale y el señor Atsheler:
"Somos el resultado de una perversa selección social. Respondemos a la fuerza con la fuerza. Sólo los fuertes prevalecerán. Creemos en la supervivencia de los mejor adaptados. Ustedes han hecho morder el polvo a sus esclavos asalariados y han sobrevivido. En una veintena de sangrientas huelgas, oficiales armados a sus órdenes han abatido a tiros a sus obreros como si se tratase de perros rabiosos, Con tales medios ustedes han continuado arriba. No nos quejamos de las consecuencias porque reconocemos que somos el resultado de la misma ley natural. Pero ahora surge la cuesión: 'Dadas las actuales condiciones sociales, ¿quién de nosotros sobrevivirá?' Nosotros creemos ser los más aptos. Usted piensa que son ustedes. Dejemos que sean el tiempo y la selección natural los que decidan."
El relato, titulado originalmente como "The Minions of Midas" ['Los esbirros de Midas' e incluso como hizo Jorge Luis Borges en su traducción 'Los sicarios de Midas'], apareció en 1901. En ese momento London es un socialista convencido que aborda el nuevo siglo con un optimismo histórico increíble pues piensa que la fuerza de la espada (poder militar, fuerzas policiales y demás) que ha caracterizado históricamente a los detentadores de la riqueza debe ceder el lugar a aquellos que desarrollan la fuerza del cerebro. Naturalmente el escritor no llegó a ver el triunfo del Socialismo en Rusia pues murió en noviembre de1916 a la edad de sólo 40 años. En marzo de ese mismo año había enviado su dimisión como miembro del Partido Socialista norteamericano por su disconformidad con la postura del partido sobre que USA no participase en la I Guerra Mundial.
Jack London en su relato realiza una conjunción entre el anarquismo, que campaba a sus anchas en ese momento por el mundo haciendo uso de la extorsión indiscriminada y de la acción directa, y las teorías evolucionistas del darwinismo que vinieron a conmocionar las bases del pensamiento. Quizás sea en este sentido ideológico y de admiración por el evolucionismo y determinismo de Charles Darwin que pueda considerarse al autor norteamericano de origen polaco como escritor naturalista. La cita anterior creo que es muy clara al respecto.
Del relato a la Serie
La historia de amor Víctor-Mónica no existe en London
Tras la lectura del relato base veo que hay una fuerte apoyatura en él aunque los guionistas de la Serie televisiva han procedido a crear situaciones más complicadas y complejas de acuerdo a los tres centros actorales sobre los que pivota la acción: Víctor Genovés, Mónica Báez y Alfredo Conte. Cada uno evoluciona y dirime sus dilemas morales a su manera. La distinta postura que cada uno de ellos adopta ante la situación hace que la Serie entre en profundidades de orden filosófico y ético-moral interesantes aunque, la verdad sea dicha, creo que guionistas y director se pierden un poco en ellas no logrando conducirlas bien del todo.Frente al optimismo que en el fondo se vislumbraba en el relato de Jack London, la serie de Mateo Gil presenta un mundo distópico en el que el porvenir no se adivina muy halagüeño desde luego dada la escasa conciencia social que se intuye en estos Favoritos de Midas que emiten las cartas. Daría la impresión de que el cambio sólo será, de ser algo, de tortilla, sin con eso pretender mejora social alguna sino simple y llanamente, como en el antiguo 'turnismo', el ahora te toca a ti estar arriba y ahora me toca a mí; pero ¿y los 'minions' -servidores, sirvientes, siervos, esbirros lacayos, súbditos...-, qué pasa con ellos? Creo que habrá que esperar a las siguientes temporadas si las hubiere para ver si Mateo Gil decide darles una salida más honesta a los pobres 'minions'.