Hasta este momento existen diversas películas que tienen como tema principal la crisis económica financiera actual pero, entre ellas, hay una gran diferencia en cuanto a la visión que muestran. The company men (John Wells), Malas noticias (Curtis Hanson) y Margin Call (J.C. Chandor) son los tres films que representan en mejor medida dicho contexto, pero lo hacen desde una perspectiva global y financiera, sobre todo los dos últimos. En cambio, Alfonso Zarauza nos muestra una visión más cercana a la realidad como son los sucesos por los que pasa una familia durante la crisis. Las malas condiciones laborales, la ausencia de cobro durante meses, después el despido del trabajo, el impago de hipotecas y finalmente la pérdida de los bienes. En mi opinión, esta perspectiva es más importante que la visión financiera que muestran las anteriores películas, que al fin y al cabo nos queda algo lejos. Por otra parte, a pesar de todos los efectos que la crisis está produciendo en la sociedad, no existen un gran número de films al respecto. La razón principal probablemente sea por tratar de evadirnos de la realidad, escondiéndonos en nuestro caparazón donde todo va bien, aunque sea por un corto período de tiempo.
Los fenómenos narra la historia de Neneta (Lola Dueñas), una mujer que tras haber sido abandonada por Lobo (Luis Tosar), se encuentra en un momento crítico. Su vida figura un tanto deprimente. Vive en una furgoneta con su hijo, no tiene trabajo y posee muy poco dinero, por lo que se ve obligada a buscar trabajo para sobrevivir. Lo encuentra como peón de obra, un puesto en el que sufrirá un rechazo de carácter machista, al tratarse de un puesto de trabajo socialmente vinculado al género masculino. Uno de los aspectos más relevantes es que, a pesar de los continuos desprecios, Neneta no se rinde jamás y continúa esforzándose al máximo por mantener su puesto de trabajo y realizarlo lo mejor posible.
“Un personaje femenino tiene más fuerza porque las mujeres son capaces de hacer cosas heroicas”. En cuanto a los personajes, como bien dice Alfonso Zarauza, realmente es un acierto haber elegido como protagonista a una mujer para representar dicho contexto social, fundamentalmente por la fuerza y el ímpetu que transmite al espectador. Además, el resto de actores también muestran esa sencillez y humildad, al igual que la importancia de disponer de un trabajo para hacer frente a sus pagos. Por otro lado, el film también posee ciertos giros de humor, sobre todo en el círculo de amigos que se forma en la cuadrilla donde se encuentra Neneta. Al final su carácter bonachona y de simpatía se ve reflejado en cada uno de los intérpretes secundarios.
Cuando todo va mejor se produce el punto de inflexión de la película, en el que la protagonista decide mejorar su calidad de vida. Se trata de abandonar la furgoneta y comprar un piso, coincidiendo este momento con el estallido de la burbuja inmobiliaria e iniciándose una crisis en su figura más agresiva. Este hecho supone la pérdida de su trabajo y un duro revés porque se viene abajo todo por lo que ella había luchado por conseguir, lo que se traduciría en la imagen de muchas familias españolas. El final del largometraje muestra el comienzo de lo que será un proceso largo de recuperación, en el que se producirán muchos desahucios.
¿Decadencia o esperanza? En mi opinión el film se inclina hacia la esperanza y nos induce a que todos decidamos esta opción. De la misma manera que al principio la protagonista lucha por mantener su trabajo y por mejorar su vida, seguirá luchando de la mejor forma posible por mantenerla. Este probablemente sea el significado más importante de la película, mantener en todo momento adverso la esperanza de seguir adelante a través del sacrificio y el esfuerzo.
7/10