Los problemas en la circulación de la sangre se pueden deber a muchas causas: la falta de vitamina E, el exceso de sodio, la falta de potasio, el abuso de alimentos ácidos, poca fibra en la dieta, tener el colesterol alto, la falta de otras vitaminas y minerales, así como la deshidratación. Uno de los problemas de la mala circulación es, por ejemplo, las venas varicosas, éstas se producen por la acumulación de residuos en sus paredes, la falta de elasticidad y su fragilidad. El componente genético es muy importante también, pero no significa que no podamos atajar el problema a tiempo y ayudar a nuestro organismo a autosanarse.
Los flavonoides en general protegen la circulación sanguínea, el colágeno y favorece la absorción de vitamina C. Ayudan a proteger la permeabilidad capilar y los pequeños vasos sanguíneos. Son antihemorrágicos, antivaricosos y antiflebíticos. Están, por estas razones, indicados en los problemas de circulación sanguínea.
Uno de los principales flavonoides en la protección de la circulación es la rutina que aparece en altas cantidades en el trigo sarraceno, en la ruda y en el eucaliptus. Se emplea principalmente para mejorar condiciones como fragilidad capilar, insufi- ciencia venosa, hemorroides y retención líquida en las extremidades inferiores.