No me considero emprendedor, básicamente por falta de capital y porque lo que hago es más un pasatiempo que el escenario en el que querría ganarme la vida. De cualquier forma me gusta estar al tanto de la literatura del sector, y hay algo que me sorprende enormemente, y es que siempre se habla del éxito, no del fracaso. Siempre se habla de los que triunfan no de los que se estrellaron por el camino.
¿Qué sentido tiene esto? Estamos de acuerdo en que se pueden aprender cosas de los que tuvieron éxito, pero siempre se ha dicho que de los errores se aprende. ¿No tendría más sentido identificar los factores de fracaso que los de éxito?
Todo emprendedor, empresario, o persona que lleve a cabo un proyecto de cualquier tipo sabe que los planes a largo plazo hay que modificarlos, porque se presentan dificultades e imprevistos en los cuales uno no había pensado. En ese momento debes adaptarte, tomar una decisión, modificar tu planteamiento a largo plazo y hacer lo que creas correcto.
Una persona con poco espíritu emprendedor, digamos una persona que simplemente es tenaz y no quiere más que ser su propio jefe, lo tendría muy fácil para triunfar si no encontrase ningún obstáculo en su camino. Pero es que tal escenario es casi utópico, o sin el casi. Por tanto, para ayudar a toda la gente que emprende, a mi juicio, sería mucho más útil enseñarles que es lo que NO deben hacer para que su proyecto encuentre el camino más limpio que sea posible.
Hasta ayer no había encontrado ningún libro que hablase de ello. Cuando termine de leerlo, os comentaré.
Por otro lado, me gustaría proponerle a la gente que trabaja como asalariada en sectores carniceros como la informática, que monten cooperativas. El aumento de cooperativas en estos sectores es tímido, pero los que han dado el paso dicen que el resultado es muy satisfactorio. Según ellos, se mejoran las condiciones tanto para los trabajadores como para los clientes, aunque el cooperativismo no es algo sencillo. No todo el mundo está capacitado para ser cooperativista, del mismo modo que no todo el mundo lo está para ser emprendedor. No es ni bueno ni malo, es otra forma de entender la vida.
Hay gente que piensa que las cooperativas son la solución a todos los males. No es cierto, presentan muchas complicaciones, sobre todo las propias de una empresa democrática, pero sí son una respuesta eficiente frente a sectores donde la explotación laboral es una norma.